Narcos mexicanos matan más que el EI

Mientras los crímenes del grupo terrorista Estado Islámico acaparan la atención de la prensa mundial, en México los homicidios superan la cifra de víctimas de oriente medio. En 2014 ISIS ha acabado con la vida de 9000 civiles, el narcotráfico mexicano mató a 16000 tan solo en el 2013.

Según un análisis publicado por la cadena Al Jazeera los grupos de narcotráfico en México son peores que el Estado Islámico, grupo que ha aterrorizado al mundo gracias a que la prensa ha difundido imágenes y videos en repetidas ocasiones de decapitaciones y matanzas a ciudadanos estadounidenses, británicos y soldados Sirios.

Ante el peligro que representa el EI para los Estados Unidos los gobiernos del mundo se han movilizado para luchar en su contra. La casa blanca logró una coalición de 40 países alrededor de todo el globo que aportaran sus fuerzas o dinero para acabar con la amenaza declarándole formalmente una guerra al grupo extremista.

Gracias al cubrimiento de todo tipo de medios de comunicación, cadenas de televisión, diarios y cadenas radiales el mundo se ha estremecido con las decapitaciones de James Foley, Steven Sotloff periodistas norteamericanos secuestrados en Siria y la del ciudadano británico David Haines, así mismo los gobiernos del mundo han expresado su rechazo a dichos asesinatos.

Pero ¿Por qué la casa blanca no alza su voz de la misma manera por millones de civiles que mueren en otros de sus países aliados a manos de terroristas? Mientras ISIS ha decapitado dos periodistas estadounidenses, los carteles mexicanos de narcotráfico asesinaron a 293 ciudadanos estadounidenses entre 2007 y 2010 y al gobierno y la prensa pareció no interesarles.

Las cifras que revela el análisis del investigador de la Iniciativa Sudoriental para el Estudio de Conflictos del Oriente Medio, Musa al-Gharbi al hacer la comparación entre el Estado Islámico y los carteles de la droga en México, son escalofriantes; sin dejar de lado que los crímenes de los yihadistas son de igual manera aterradores e injustificables.

El primer argumento del experto es que mientras que en Irak en 2014 se ha acabado con la vida de 9.000 civiles, el número de víctimas de carteles mexicanos en 2013 sobrepasó las 16.000. Asimismo, Al-Gharbi apunta que la cifra real puede ser mayor dada la tendencia del Gobierno mexicano a reducir el número de muertes.

Los narcotráficantes llevan a cabo cientos decapitaciones todos los años. De hecho son conocidos por desmembrar y mutilar los cuerpos de las víctimas, para después exponerlos a la vista con el objetivo de atemorizar a la población. Con el mismo propósito, los carteles también atacan a niños y mujeres, y, al igual que el EI, publican las imágenes de sus delitos en las redes sociales.

Desde hace cuatro años un grupo de ciudadanos indignados por las cortinas de humo de la prensa y el gobierno que aseguraban que en México no pasaba nada, decidieron crear el ‘Blog del Narco’ un sitio web que recopila imágenes y videos sin censura de las ejecuciones que de manera sistemática han llevado a cabo los carteles de la droga en el país. Las imágenes son aún más fuertes que los videos que se conocen del EI.

Los narcotraficantes también reclutan a niños para que participen en misiones suicida, secuestran decenas de miles de menores todos los años para usarlos como “mulas”, prostitutas o simplemente para asesinarlos y vender sus órganos en el mercado negro.

Mientras que muchos medios de comunicación en México han sido silenciados a través de sobornos o intimidación, desde 2006, los carteles han sido responsables del asesinato de 57 periodistas.

Un comunicado de Fundem, (Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México) con motivo de la Tercera Marcha de la Dignidad celebrada en mayo, asegura que “según la Secretaría de Gobernación, hasta febrero de 2013, se contaban 26.121 personas desaparecidas”, desde que Calderón declaró la “guerra al narcotráfico” en 2006. En mayo de 2013, Christof Heyns, relator especial de ejecuciones extrajudiciales de las Naciones Unidas dijo que el gobierno reconoció 102.696 homicidios en el sexenio de Felipe Calderón (un promedio de 1.426 víctimas por mes). Pero en marzo pasado, tras 14 meses del actual gobierno de Enrique Peña Nieto, el semanario Zeta contabilizaba 23.640 homicidios (1.688 al mes).

Pero como lo asegura el periodista Raúl Zibechi, en su artículo ‘Un estado fallido planificado’ el fondo de esto no está en quién mata más, sino por qué. No hay duda que detrás de Al Qaeda y el EI están los interés del gobierno norteamericano, pero ¿quién está detrás del narcotráfico en México?.

Diversos estudios y artículos periodísticos de investigación destacan la fusión entre autoridades estatales y narcos en México. La revista Proceso destaca en su última edición que “desde el primer trimestre de 2013 el gobierno federal fue alertado por un grupo de legisladores, activistas sociales y funcionarios federales acerca del grado de penetración del crimen organizado en las áreas de seguridad de varios municipios de Guerrero”, sin obtener la menor repuesta (Proceso, 19 de octubre de 2014).

Analizando los vínculos detrás de la reciente masacre de los estudiantes de Ayotzinapa (seis muertos y 43 desaparecidos), se ha llegado a la conclusión que el hecho “ha destapado la cloaca de la narcopolítica guerrerense” (La Jornada, 21 de octubre de 2014). En ella participan miembros de todos los partidos, incluyendo al PRD, de centro izquierda, donde militaba el presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, directamente implicado en la masacre.

En el mismo artículo el periodista señala al general Oscar Naranjo y al gobierno norteamericano de estar en el fondo del problema del narcotráfico mexicano.

“Por último, no se trata de una confluencia casual sino de una estrategia. Uno de sus constructores sobre el terreno, es el general Oscar Naranjo, quien fue uno de los más destacados ‘arquitectos de la actual narcodemocracia colombiana’ bajo el gobierno de Álvaro Uribe, como lo denunciara Carlos Fazio (Diario La Jornada, 30 de junio de 2012). Naranjo, un protegido de la DEA y “producto de exportación” de Estados Unidos para la región, se convirtió en asesor del gobierno de Peña Nieto.

Fazio destaca una información de The Washington Post donde el rotativo asegura que “siete mil policías y militares mexicanos fueron entrenados por asesores colombianos”. No hace falta hacer volar la imaginación para descubrir dónde se comenzó a fabricar el Estado fallido mexicano.

Pero hay más. “El gobierno de Estados Unidos ha ayudado a algunos cárteles a través de la Operación Rápido y Furioso”, por la cual “involuntariamente” dos mil armas fueron a parar a manos de los narcos, recuerda la página antiwar.com. Es posible, reflexionan sitios dedicados al análisis estratégico como el europeo dedefensa.org, que el caos mexicano sea favorecido por la creciente parálisis de Washington y la cacofonía que emiten sus diversos y contradictorios servicios. Sin embargo, todo indica que hay algo deliberado. Que pueda volverse boomerang a través de su extensa y porosa frontera, tampoco debería ponerse en duda.”

Resulta entonces increíble y algo indignante que el mundo se entere de lo que a los Estados Unidos le interesa y que las autoridades globales hoy no estén actuando en contra de otros grupos criminales que representan un mayor peligro en la sociedad en diferentes países en conflicto, países que son aliados de la política estadounidense.

Hoy, un mes después de que 43 estudiantes desaparecieran y aun no se sepa de su paradero México los sigue llorando al igual que las 22.000 víctimas que hasta ahora se cuenta, ha dejado el narcotráfico en el país.

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