Narcotraficantes estarían comprando camiones al por mayor

Los empresarios del transporte denunciaron que detrás de la demanda de camiones y tractomulas estaría el poder económico de la mafia que está lavando dinero mal habido en perjuicio del transportador tradicional y decente que vivió de esta actividad de vieja data.

El presidente de la Cámara Nacional de Transporte, Ricardo Virviescas en diálogo con Confidencial Colombia aseguró que tristemente esta es la herencia del gobierno de Álvaro Uribe Vélez y de su ex ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego que le abrió las puertas a las compras masivas de camiones a personas al margen de la ley toda vez que pagar chatarrización por encima de 70 millones de pesos resulta imposible para dineros sanos y trabajados durante toda una vida. ”No hablo de todos, no generalizo, pero que hay narco lo hay”.

Esta situación, dijo, acabó con el 80 por ciento de los transportadores tradicionales que hoy están por fuera del mercado y sin actividad económica porque la entrada indiscriminada de camiones y equipo en general los sacó de circulación, marginándolos de un oficio que desarrollaron por espacio de muchos años.

“Yo pienso que si hay un lavado franco de activos en donde el Gobierno no ha podido ejercer un control efectivo. En este sector no se puede descartar que haya plata de Interbolsa y por eso le pedimos al ejecutivo que ponga la lupa en la industria para evitar sorpresas por compras con dineros de dudosa procedencia”, declaró Virviescas.

Señaló que hay empresas y personas que han hecho pedidos de hasta 150 tractomulas que cuentan con el aval del Gobierno. “El control que le hizo el Gobierno a la Empresa de Acueducto de Bogotá no se lo hace, paradójicamente a estas empresas para fiscalizar y averiguar de dónde viene la plata”.

Señaló a los contratos propuestos por las multinacionales que con sus condiciones ha llevado a la quiebra a varios transportadores. “Ellos hacen contratos leoninos y nadie le pone atención a esto”.

La política de transporte de gobierno pasado, comentó, les puso conejo y perjudicó a los camioneros, porque con pagos de primas de más de 70 millones de pesos por camión chatarrizado el favor lo canalizó otra economía.

“Ese fue el juego más sucio que hizo el ex ministro, Andrés Uriel Gallego con Álvaro Uribe Vélez. Lo que nos pasó fue puerco y cochino como todas las actuaciones políticas del momento. Engañaron al pueblo y a los transportadores a quienes les dijeron que serían cubiertos a través de una póliza que finalmente resultó un negocio de los leasing que no fue más que respaldar una herramienta para facilitar el lavado y los negocios oscuros”, dijo el presidente de la Cámara Nacional de Transporte.


Malestar con Santos

El dirigente del transporte expresó su inconformismo con el Gobierno Santos del que manifestó, les incumplió lo acordado en el levantamiento del pasado paro camionero.

Afirmó que en todo lo que tiene que ver con regulación al parque automotor de carga no hay acciones en lo pactado, dejando muy mal al Gobierno que perdió credibilidad con el gremio transportador.

“El ex ministro, Germán Cardona nos mintió porque no reguló el parque automotor cuando la canjeó por la estructura de costos para propender por un equilibrio en la oferta y la demanda. No hubo vigilancia y control de la Superintendencia de Transporte porque ese despacho no cuenta con las herramientas para sancionar industrias y empresas transportadoras que incurran en faltas o desacatos”, comentó.

Instó al Gobierno a equilibrar las cargas para el transporte de pasajeros por carretera que está siendo absorbido y golpeado por el transporte aéreo al que le dieron inclusive ayudas tributarias en combustible, generando competencia desleal.

Le pidió al Gobierno que honre su palabra para evitar que nuevamente el país estalle socialmente, escenario que no sería cómodo para Colombia que busca por la vía del diálogo la paz.

Sobre los fletes anotó que hay crisis y una ruina casi masiva en las empresas porque dichos fletes no compensan la operación

Virviescas indicó que los precios de los fletes no se compadecen con la realidad económica del país y menos con una infraestructura que dobla y hasta triplica costos.

“El asunto es hasta irrisorio porque una tonelada entre Cartagena y Bogotá cuesta 128.000 pesos mientras que esa misma tonelada transportada entre Bogotá y Cartagena vale 68.000 pesos”, especificó.

El flete hacia el Pacífico es todavía más preocupante en opinión del dirigente toda vez que por tonelada transportada entre Buenaventura y Bogotá el precio por tonelada es de 90.000 pesos y el trayecto inverso Bogotá-Buenaventura se paga a 55.000 pesos.

“La gente del transporte está caliente y lo ideal sería atenderla y lograr cumplir con lo pactado porque si de algo hay ganas es de dialogar con el Gobierno y salir adelante todos por el desarrollo del país y el fiel cumplimiento de los deberes y derechos constitucionales. No queremos pasar por alto la institucionalidad y le pedimos al Presidente Santos que acoja todas estas inquietudes”, concluyó.

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