Noticias, Colombia, Confidencial, Bogotá, CArtagena, REFICAR y las visitadoras

Denuncias que parecen sacadas de la historia de ‘El Lobo de Wall Street’, fueron realizadas durante el debate de control político al escándalo por los millonarios sobrecostos. Al parecer el dinero de los colombianos se ha gastado en costosos vuelos chárter, viajes en lujosos yates, supuestos eventos de capacitación, contratos innecesarios y presuntos pagos a prostitutas. Este podría ser uno de los escándalos de corrupción más grandes en la historia del país. Nadie asume responsabilidades.

En un debate que duró cerca de once horas, la Contraloría General, quien adelanta la revisión fiscal, reveló sus primeros hallazgos. Millonarias irregularidades en la fabricación de equipos y en la compra de materiales fue una de las denuncias en el Senado.

De acuerdo con la Contraloría “en el caso de los equipos, cuya fabricación estaba a cargo de la firma CB&I, se encontró que la elaboración del ‘rack’ de tubería para la Refinería se le entregó a CB&I, por ofrecer mejores condiciones constructivas, destacando el buen ambiente climático que se tenía en la ciudad de Island Park, en Texas, para su fabricación. Sin embargo, se produjeron costos excesivos: el costo inicial del ‘rack’ era de 49 millones de dólares en el 2010 y el costo final ascendió a 112,7 millones de dólares en el 2015”.

El ente de control también denunció que hubo sobrecostos en la contratación de trabajadores: “El costo de la mano de obra utilizada en esta tarea pasó de 39,4 millones de dólares a 89,7 millones de dólares”.
El otro hallazgo, fue una exorbitante cantidad de materiales sobrantes (3.922.928 unidades), en cuarentena, en exceso, incompletos, dañados o diferentes a los requeridos.

Para el contralor Edgardo Maya, “los hallazgos podrían dar lugar a la apertura de procesos de responsabilidad fiscal, en caso de afectar el interés general, la moralidad administrativa y el patrimonio público”.


Francachelas, comelonas y prepagos

Sin embargo, y como si fuera poco, los ánimos en el Senado se calentaron aún más cuando la senadora cartagenera Daira Galvis Méndez, denunció que REFICAR sobrefacturó en pagos a chicas ‘prepago’, al parecer para mantener “satisfechos” algunos directivos de la compañía. Los indicios dan cuenta de que gran parte de esos sobrecostos serían responsabilidad de CB&I.

“Todos en Cartagena sabemos qué pasó con la bonanza. La bonanza en la que participaron directivos, contratistas y subcontratistas” relató la senadora.

“El tráfico de chicas en el escenario de la refinería con directivos, también son manifestaciones de corrupción, porque es dinero de los colombianos en una empresa en donde unas personas disfrutan y despilfarran los dineros no solo con prepagos, sino en vuelos chárter, en yates, supuestos eventos de congresos donde iban las chicas y hubo sobrecostos en contratos que son una vergüenza ¿Qué no pasó en REFICAR? Hasta muertos hubo dentro de la refinería” (Sic), dijo la abogada penalista de la bancada Cambio Radical.

El tema de la contratación de ‘prepagos’ fue ampliado en la denuncia de la senadora al revelar que al parecer hubo subsidios y hasta contratos directos con Ecopetrol, en donde recibirían millonarios salarios:
“Esto comienza desde subsidios a ‘prepagos’, que pasaron inclusive a ser empleadas de Ecopetrol con 10 millones o 12 millones de pesos (…). Los subcontratistas hacían ‘vacas’ para tener satisfechos a muchos directivos de REFICAR y, en algunos casos, de Ecopetrol”, afirmó la senadora.

“SÍ estoy segura que hubo tráfico (de mujeres) y muchas se vincularon a empresas como CB&i de planta pero no sé qué hacían después del horario laboral”, agregó Galvis Méndez.
“Con dinero del Estado” se pagaron “las francachelas, para decirlo de una vez, y los viajes en yate a islas del Rosario e inclusive vuelos chárter a Centroamérica (…), so pretexto de mejorar su conocimiento”.

Fuera del recinto se llegó a rumorar que uno de los directivos convirtió a una de ellas en su compañera permanente.

Tras la denuncia el presidente de REFICAR, Reyes Reinoso Yáñez, manifestó que “desconoce el tema” sobre la supuesta contratación de ‘prepagos’ y aseguró que “vale la pena que tales denuncias se sustancien y se sustenten ante los entes de control”.

Por su parte el presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, recalcó que en un debate tan “serio e importante” “no puede quedar como resultado una cosa tan pueril”.

El escándalo más grande en la historia

Durante el debate el congresista Jorge Enrique Robledo denunció que lo sucedido en REFICAR puede considerarse como el escándalo de corrupción más grande de la historia en Colombia. Mientras que el ministro de Economía, Mauricio Cárdenas Santamaría, elevó a la refinería como un “asunto de seguridad nacional para la producción de combustibles procesados que anualmente ingresan más de 500 millones de dólares a la caja del Estado”.

“Si REFICAR no se hubiera construido habría déficit fiscal de mil 500 millones de dólares y baja producción de combustibles”, advirtió Cárdenas.

Fueron cerca de once horas del caliente debate en las que intervinieron además de los senadores, ex ministros y ex presidentes de ECOPETROL.

Por su parte el senador Efraín Cepeda Sarabia, explicó en la plenaria que la construcción de REFICAR empezó mal con firmas como Glencore y CB&i que no tienen experiencia en refinerías.

“¡Ahí! hay dolo, mala fe. A esa conclusión llegan REFICAR y ECOPETROL para demandar hasta por cinco mil setecientos millones de dólares por los sobrecostos (la obra superó US$8.300) y los retrasos de 27 meses”, dijo Cepeda Sarabia.

Pero también destacó la importancia de la modernizada refinería localizada en la costa Caribe colombiana porque “hoy refina al año 58 millones barriles de petróleo que la deuda, no la vamos a pagar los colombianos, sino que en 11 años la obra se pagará por cuenta de REFICAR. Por cuenta de la refinería crece la industria, se reduce el desempleo en Cartagena”.

El citante del debate, senador Luis Emilio Sierra Grajales, hizo una larga exposición con gráficos de los errores y sobrecostos de REFICAR.

Los gastos mensuales del proyecto eran cercanos a los 125 millones de dólares y lo hicieron más costoso por la facturación de la planta de personal, inclusive, traída del exterior y sin tener funciones específicas en REFICAR.

“Costó más que la ampliación del Canal de Panamá. Tuvieron plata para todo, menos para cumplir con el cuidado de la bahía de Cartagena, que hoy está en riesgo por el transporte de sustancia cancerígena”, dijo Sierra.

El debate se adelantó, quizá, con la decepción de que no conduciría a responsabilidades políticas. Pese a las nuevas irregularidades que se destaparon y que escandalizaron al Senado, hasta el momento no aparecen los responsables.

Buscar

Anuncios