Noticias, Confidencial, Colombia, Cali, Medelllin, Bogota, Tachones y olvido en la historia de Bogotá

Octavio Martínez Charry, Maestro de Bellas Artes con especialización en Esculturas en la Universidad Nacional, creador de 16 monumentos de Bogotá, se muestra indignado y ha denunciado la falta de sentido de pertenecía que tiene la ciudadanía y el Distrito frente a los agravios que se presentan en todas las obras de arte públicas.

Los actos vandálicos en contra del monumento de Américo Vespucio, ubicado en la carrera 7.ª con calle 98, no es el único hecho atroz que tienen preocupado al artista Octavio Martínez Charry, quien esta semana hizo la denuncia en cuanto a que, la ciudadanía no respeta sus obras como tampoco las de otros artistas, ni tampoco hay una preocupación cabal por parte de la Alcaldía de Bogotá.

“En Bogotá todos los monumentos tienen grafitis, todos tienen agresiones. ¡Mejor dicho! la que tome, la que mire tiene algún tipo de dejación” expresa el artista respecto al panorama que presenta en general los monumentos de la capital.

Según el maestro Octavio, el Distrito no ha garantizado el cuidado de las obras, afirmando que esta entidad es un “padre indolente”, pues le importa muy poco la preocupante situación en la que se encuentran los bustos y monumentos que embellecen el paisaje de los parques y las plazas de Bogotá.

Asimismo, afirma que las acciones que ha implementado la alcaldía de Bogotá en cuanto a restauración de las obras artísticas son una burla, ya que asegura que los técnicos contratados no tienen los conocimientos para restaurar las piezas.

“No contratan a quien restaure apropiadamente y hacen cosas absurdas. Las esculturas de piedra que deben limpiar, son las pintadas con químicos que arruinan los materiales de que están hechas”, con esto concluye que la recuperación no tiene fundamentos ni tampoco ningún tipo de estudio.

Asegurando que respeta el arte que representa el graffiti, el profesor Martínez está seguro que los responsables del acto de vandalismo cometido contra el monumento de Américo Vespucio, está relacionado con una manifestación indígena realizada durante las marchas por la paz de octubre, el no tienen razón alguna, ni mucho menos interés por la historia de Colombia.

“El famoso graffiti de firma o el de protesta no está haciendo nada en los monumentos, simplemente cogen un tarro de pintura y hacen cualquier cosa. La ignorancias y la falta de educación, no les permite ver a estos individuos lo que está dispuesto para la cultura de estos mismos”, indicó Martínez.

La situación es más preocupante de lo que se podría pensar, pues según el artista, la ciudad está quedando sin monumentos y por esta misma circunstancia, la voluntad para construir nuevos también está siendo afectada. “Cada día somos una ciudad menos estética, donde el arte no está al alcance de nadie”.

Por su parte la Secretaria de Cultura, María Claudia López, afirma que se han dispuesto espacios en la capital para que las personas que practiquen el grafiti o se quieran expresen abiertamente, de manera artística, lo hagan sin tener la necesidad de dañar el espacio público, pues según lo acordado con los graffiteros que asisten a estos espacios, el arte no debe dañar el arte.

Según la funcionaria, cualquier acto que atente contra la integridad de los monumentos será considerado un acto vandálico que tendrá sanciones económicas que han quedado establecidas en el nuevo código de policía.

Respecto al daño en monumentos, López asegura que seguirán protegiendo lo monumentos con las jornadas de limpieza y recuperación que ya han sido implementadas por el Distrito.

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