Petrobras, China y las constructoras: los motivos de la 'caída' de Brasil

Tiempo atrás, Brasil era considerado el gigante de América Latina y podía alardear de su influencia política y económica global. Ahora, con un crecimiento en 2014 de tan solo un 0,1%, el país pierde peso en la región debido a una mezcla de factores nacionales e internacionales.

El nuevo panorama al que hace frente Brasil muestra una reducción de los viajes presidenciales brasileños en la región, una caída de las exportaciones a países vecinos y una falta de liderazgo en temas de gran importancia para América Latina.”Se ha reducido la voz de Brasil afuera y en la región”, asegura a BBC Mundo Jõao Augusto de Castro Neves, analista brasileño de la consultora Eurasia Group en Washington. Estos son los motivos de la pérdida de influencia de Brasil:

Los problemas de Dilma Rousseff


El escándalo de la petrolera estatal Petrobras, conocido como ‘Operación Lava Jato’, salpica a su partido. Pero hay más problemas: problemas económicos, una crisis con los aliagos del Gobierno y un creciente descontento social.


Esta serie de trabas ha hecho que la presidenta se centre más en cuestiones domésticas que en su proyección internacional. Según un análisis realizado por BBC Brasil, Rousseff redujo casi a la mitad el tiempo dedicado a visitar otros países en comparación con el segundo gobierno de su antecesor, Lula da Silva. Lo mismo ocurre con los viajes hacia los países latinoamericanos: Lula realizó 45 viajes, Rousseff solo 24.


Una economía más débil

Hace menos de un lustro, Brasil tenía el honor de ser la sexta mayor economía del mundo. El viento soplaba tana su favor que el ministro de Hacienda, Guido Mantega, llegó a decir que en 2015 superarían a Francia del quinto puesto.

Error. Desde entonces, la economía brasileña se ha estancado y Reino Unido ocupó la sexta posición. Este año el país podría ser superado por India como la séptima mayor economía del mundo, según la consultora británica Economist Intelligence Unit.

Durante el mandato de Lula, gracias al ‘boom’ de las materias primas y a la crisis en los países desarrollados, el país logró crecer un 7,5% en 2010. Hoy el escenario económico global es mucho menos favorable “y para Brasil esto es otro constreñimiento”, señala Castro Neves.

Y los datos así lo demuestran. Las exportaciones de Brasil a la región han caído un 14% en 2014 en comparación con el año anterior y se han hundido un 21,5% en los dos primeros meses de 2015 respecto al mismo periodo del año pasado, según datos del Gobierno recogidos por BBC.


Las constructoras, en problemas

Las grandes empresas constructoras eran el reflejo de la buena situación que afrontaba el país. Rousseff ha señalado este hecho como un éxito de su política para favorecer los negocios brasileños en América Latina, generando empleo y producción.

Pero estas constructoras hoy están golpeadas por el escándalo de sobornos en Petrobras, acusadas de haber formado un cartel para repartirse contratos. Muchas de estas firmas hacen frente ahora a problemas de liquidez, falta de crédito y a deudas que vencen en el corto plazo. Por si fuera poco, firmas como OAS, Queiroz Galvão, Mendes Júnior y Galvão Engenharia. han visto como las calificadoras de riesgo reducían su nota.

Vamos con dos ejemplos. Galvão Engenharia, con actividad en Perú, ha pedido protección a Brasil contra la bancarrota ante el fuerte deterioro de su situación financiera. Uruguay ha rescindido a OAS un contrato para construir una planta regasificadora, así que 700 trabajadores fueron enviados al paro.

Fuera del continente americano, Brasil también tiene problemas. Las grandes constructoras españolas han puesto en cuarentena a Brasil por su situación económica.


El avance del gigante asiático

Mientras el peso de Brasil mengua en la región, aumenta el de China, país que ya es el tercer mayor socio comercial. En 2014, los créditos chinos a la región llegaron hasta los 22.000 millones de dólares, un 71% más respecto a 2013. Esta cifra ha superado los créditos recibidos por la región del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el mismo año.

El principal destino de ese dinero chino, además de Brasil, son Venezuela y Argentina. Estos datos han generado cierta inquietud en el gigante latinoamericano, donde algunos creen que falta una estrategia clara ante el avance de Pekín.

“La influencia china en la región y el acuerdo con Argentina, en particular, afectan los intereses económicos de Brasil”, advierten dos analistas vinculados al sector empresarial e industrial brasileño, André Soares y Fabrizio Sardelli Panzini.

El excanciller brasileño, Luiz Felipe Lampreia, asegura que Brasil puede revertir su pérdida de influencia en la región si supera sus actuales problemas aunque “en este momento”, según ha señalado a BBC Mundo, “tiene cartas muy débiles”.

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