¿Por qué hay tan pocas mujeres en la Mesa?

Un hecho que llama la atención en la Mesa de Diálogos de La Habana entre el Gobierno Nacional y las Farc es que en la primera línea de negociación las mujeres son minoría. En la subcomisión de cese al fuego no hay ninguna mujer con poder decisorio. El equipo negociador del Gobierno, compuesto por 7 personas, solo tiene 2 mujeres.

La politóloga María Emma Wills es la única mujer que hace parte de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, que conforman 12 personas. A su regreso de La Habana habló con Confidencial Colombia de este y otros aspectos del proceso de paz.

¿Qué le falta y qué le sobra al proceso de paz?


Creo que está bien planteado el camino y el protocolo. Se han llevado bien las negociaciones. En términos de pasos y secuencias está bien planteado. Aunque siempre en este tipo de procesos hay contradictores, no ha existido ningún país que haya estado unánimemente vinculado a un proceso de paz. Históricamente eso no es así.Siempre van a ver contradictores y disputas. En temas tan polémicos hay posturas radicales que pueden afectar un proceso que es tan espinoso y, justamente, se trata de que el propio proceso vaya generando respaldos.

¿Qué papel ha jugado la mujer en este proceso?


En este proceso de paz se ha abierto una puerta para que haya una comisión especial sobre mujeres y conflicto, que todos celebramos.Esa comisión es el lugar para que las mujeres puedan expresar, impugnar y reclamar a los actores armados lo que han hecho frente a ellas, frente a sus cuerpos y, también, poner el precedente de que el proceso de paz sin las mujeres no va.

¿Qué le aportan las mujeres al proceso?


Por un lado,el país entero tiene que comprender que no es sólo decir“que se van a incluir los sectores tradicionalmente excluidos”, sino que tiene que haber una serie de reglas institucionales que garanticen la participación de las mujeres. Entonces, por ejemplo, en el punto de tierras, no es suficiente con que se vaya a considerar la restitución de las tierras a las victimas despojadas, sino que tiene que haber una serie de instituciones y normas para proteger a las mujeres en particular y para garantizar que ellas tengan acceso a la propiedad de la tierra.

¿Con estas comisiones se está avanzado en la equidad de género en términos generales?


Claro que sí. Hay una comisión de las mujeres y si además al desarrollo de puntos de la agenda como tierras, participación política o de memoria histórica,se les incluye una perspectiva de género,ese es un mensaje muy importante para toda la sociedad.

Entonces, ¿por qué hay tan pocas mujeres?


No es porque no haya mujeres preparadas y que no puedan aportar sus visiones de la historia del conflicto armado en Colombia. Lo que hay es un desconocimiento de colegas académicas muy importantes en este país, que hubieran podido aportar con conceptos sobre el tema desde sus respectivas disciplinas.

¿Qué papel debería desempeñar el ciudadano frente a los diálogos de paz?


Creo que todos los colombianos tenemos que reflexionar sobre el papel que jugamos en los engranajes de la guerra, ya que de alguna manera hemos sido indiferentes o colaboramos con alguno de los grupos armados. En este momento tenemos una mentalidad guerrerista. A esos ciudadanos comunes les corresponde reflexionar sobre qué papel quieren ellos jugar en el proceso, si van a seguir alimentando la guerra, o si realmente se comprometen para afianzar la democracia y para reemplazar mentalidades polarizantes por mentalidades mucho más comprometidas con la paz.

¿Y los medios de comunicación cómo deben contribuir con este proceso?


Despolarizando a la opinión, mostrando todos los matices, las dificultades. No hablando en términos de buenos y malos. Mostrando los desafíos.

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