Primer balotaje en Argentina: la ajustada victoria de Scioli obliga a segunda vuelta

Por primera vez en la historia de Argentina, habrá segunda vuelta para elegir presidente. El oficialista Daniel Scioli ganó sin la suficiente ventaja como para evitar la segunda vuelta contra Mauricio Macri.

Por primera vez en su historia, Argentina elegirá presidente en segunda vuelta. Será el 22 de noviembre. Todo ello después de que el candidatooficialista Daniel Scioli haya obtenido una ajustadísima victoria, con el 36,1% de los votos, frente al 34,9% de Mauricio Macri (90% del recuento).

El candidato conservador ha reventado las encuestas, que le situaban a diez puntos de Scioli en unos comicios que han supuesto un golpe letal para el oficialismo en distritos clave.

La tensión se mantuvo toda la tarde, debido a un escándaloso retraso de seis horas en la difusión de los resultados, cuando ya habían sido escrutadas el 67% de las mesas de votación. Se había anunciado que los datos oficiales no se comenzarían a publicar hasta que hubiera tendencias claras, a partir de las 23 horas, a través de un portal web, y ni una sola cifra se publicó, dejando libres a los candidatos para que hicieran sus interpretaciones.

Sergio Massa, a quien todas las encuestas daban como tercero en la contienda con en torno al 20% de los votos, fue el primero en reconocer su derrota y felicitar a los dos candidatos mejor posicionados. Más allá de la medianoche, cuando laopositora alianza Cambiemos que lidera Macri exigía que se difundiesen los resultados y analistas locales hablaban de “vergüenza” y “escándalo”, se publicaban, por fin, los primeros datos.

Un par de horas antes, Scioli -quien, en su noche más triste, afrontó solo el golpe porque la presidenta Cristina Fernández Kirchner siguió el recuento en la Casa Rosada- había dado un discurso en el Luna Park en el que parecía evidenciarse el resultado: habrá segunda vuelta.

Después de doce años de kirchnerismo, alrededor del 79% de los 32 millones de argentinos convocados a las urnas -en un país donde el voto es obligatorio- decidieron que habrá, por primera vez en la historia argentina, balotaje para decidir el próximo ocupante de la Casa Rosada.

Ha sido la elección más ajustada, y la más vigilada, de la democracia, una jornada ejemplar, presumían las autoridades electorales poco después del cierre de las urnas. Sin embargo, retuvieron durante seis horas los resultados provisionales. Los definitivos se demorarán aún diez días más.

El candidato escogido por el Frente para la Victoria (FpV) de Cristina Fernández de Kirchner necesitaba más del 45% de los votos o bien más del 40% con una diferencia de diez puntos porcentuales sobre la segunda fórmula.

Esa era la clave de las elecciones, pues parece previsible que en segunda vuelta Scioli lo tendrá más complicado: Macri podría vencer gracias a los votos que esta vez fueron para Massa.

En su intervención en la noche electoral, ya en clave de la nueva campaña, Massa hizo ya hace sus apuestas para convertirse en un factor decisivo: “En tres semanas seguramente tengamos que elegir un camino”, dijo, y le hizo un guiño al PRO de Macri al apostar por “un cambio positivo e inteligente”.

Más allá de la medianoche se publicaban, al fin, los primeros resultados, todavía con un tímido 67% de las boletas (papeletas) escrutados. Apuntaban a unresultado muy decepcionante para el kirchnerismo: 36% de los votos para Macri, 34% para Scioli. Pero, como el Gobierno se apresuró a aclarar, esos datos corresponden a distritos de tendencia opositora: Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza.


Ambiente festivo en el PRO

Sea como fuere, a Macri, alcalde de Buenos Aires desde 2007, la segunda vuelta le sabe a victoria. En la sede del PRO (Propuesta Republicana), el partido de Macri, que concurría a las elecciones dentro de la alianza opositora Cambiemos, llevaban toda la tarde celebrando el resultado, pese a la ausencia de datos.

Se festejó con globos e, incluso, a ritmo de cumbia: Macri se permitió unos pasos de baile al son de una célebre cumbia de la cantante Gilda. “Lo que ha ocurrido hoy cambia la política de este país”, repitió Macri, ante las cámaras y en Twitter.

Ciertamente sería un quiebre histórico que el próximo habitante de la Casa Rosada sea un político que no se define como peronista, si bien tampoco rechaza el término.

“Rumbo al 22 de noviembre, como una etapa hacia el 10 de diciembre, que cada uno asuma el protagonismo para poder decirle el día de mañana a sus hijos ‘yo en 2015 me comprometí'”, dijo Macri, que salió a convocar a todo el arco opositor, desde la izquierda hasta el peronismo disidente.

Parte del inesperado resultado obtenido por Cambiemos a nivel nacional es atribuido por el partido aMaría Eugenia Vidal, su candidata en los comicios para la Gobernación de laprovincia de Buenos Aires, en manos del peronismo desde 1987 y donde la coalición opositora cosechaba este domingo el 39,67% de los votos frente al 34,82% del oficialista Aníbal Fernández.

“Los cambios tienen que ser cambios para adelante y no para atrás, y siempre incluyendo a los más necesitados”, opuso Scioli en su discurso en el Luna Park.

Acompañado por su mujer, la exmodelo Karina Rabollini, el excampeón de motonáutica, que saltó a la política en los años 90 de la mano del presidente Carlos Menem (1989-1999) y terminó como vicepresidente de Néstor Kirchner (2003-2007), salió a convocar a los indecisos e independientes para lograr la victoria definitiva.

Para Scioli, se enfrentan el 22 de noviembre “dos visiones muy diferentes del presente y del futuro de la Argentina”. La que él representa, continuísta con las políticas kirchneristas, coloca como prioridad “a los humildes, los trabajadores y nuestra clase media”; Macri representaría las políticas del ajuste neoliberal y la pérdida de los derechos adquiridos en lo que los kirchneristas han llamado “la década ganada”.

Scioli defendió y agradeció su victoria, pero reconocía en su discurso en mítico Luna Park que había que continuar con la campaña: “Quiero que nos sigan acompañando”, dijo, y convocó “a los indecisos y a los independientes”.

“Los argentinos no quieren volver al ajuste, la devaluación y el endeudamiento”, afirmó el candidato. “Si fuera por Macri no tendríamos Asignación Universal[por Hijo], YPF, Aerolíneas [Argentinas], y hubiésemos salido a pagarle sin condicionamientos a los fondos buitre”.

También le agradeció a la presidenta Cristina Kirchner porque “el 10 de diciembre asumiremos un país normal, desendeudado y con paz social”.


Votar en “un país normal”

Lo había dicho Cristina Fernández de Kirchner al depositar su voto: “Antes de que el FpV fuera una fuerza política nacional siempre votábamos en medio de crisis. Hoy estamos votando en un país absolutamente normal.


La gente no tiene miedo a que le vaya mal económicamente, no tiene miedo a perder su trabajo y los argentinos están viajando por todo el mundo. Pudimos cumplir la promesa de darle a todos los argentinos un país normal”.

En su discurso, Scioli recordó a la presidenta, a Néstor Kirchner, al Papa Fracisco y a Juan Domingo Perón. De éste último recuperó una frase muy a tono con la campaña: “Todos unidos triunfaremos”.

Además del próximo presidente, en esta jornada electoral se votaban once gobernaciones y la renovación parcial del Congreso. Todo parece indicar que nadie tendrá una clara mayoría en el Congreso y que, gane quien gane la presidencia, deberá pactar y negociar para garantizar la gobernabilidad.

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