Riesgos por exposición a sustancias químicas laborales

El contacto con productos químicos implica el riesgo de ser víctima de algún tipo de daño en la salud. La exposición a sustancias tóxicas en el ambiente laboral puede provocar en muchos casos hasta la muerte.

Para Gloria Ariza Ortego, del área de suministros de la clínica Partenón, “el manejo de productos químicos es una tarea de alto riesgo”. Las afecciones más comunes asociadas al uso de productos de aseo según Ariza son: “enfermedades de la piel como la dermatitis de contacto, irritaciones de ojos, piel y membranas mucosas, así como afecciones de las vías respiratorias”.

Según cuenta Ariza, la exposición a ciertos productos irritantes de limpieza como lejía y otros compuestos tales como aerosoles, desengrasantes, atomizadores y ambientadores, afectan los pulmones y agravan los síntomas del asma o la bronquitis crónica.

Mauricio Ruiz, médico cirujano que trabajó evaluando casos de accidentes laborales, cuenta que sustancias químicas como el cloroformo y el tetracloruro de carbono, encontrados en agentes desengrasantes y de limpieza en seco, pueden causar en un trabajador mareos y en casos en que la exposición sea excesiva, puede llevar incluso a un coma.

Mercedes Rojas, víctima de la exposición a sustancias nocivas para la salud, trabajó como aseadora durante 10 años en un edificio en el norte de Bogotá, y cuenta que por el uso continuo de productos de aseo adquirió “el síndrome del ojo seco”, enfermedad que hoy en día aun padece. Los médicos no le han encontrado algún tipo de cura, más que utilizar lágrimas artificiales de por vida.

Martha Martínez trabajó durante 7 años en una empresa de aseo, donde estuvo expuesta a vapores, gases, químicos y aerosoles. Esto le generó una enfermedad en su cuerpo; lo que empezó con una gripa, se convirtió poco a poco en un cáncer de cuerda bucal izquierda.

Martínez duró un año muda, los médicos le diagnosticaron que no solo iba a perder el habla, sino la vida: “me daban máximo 4 meses de vida y negaban posibilidades de recuperar mi voz”. Sin embargo, pese a este diagnóstico, logró recuperarse.

Pero no todos gozan de una segunda oportunidad. Isabel Cortés, ex-compañera de Martha, murió por un cáncer de pulmón provocado por la exposición a fuertes químicos en las largas jornadas en las que permanecía trabajando en un taller de mecánica.

Mauricio Ruiz asegura: “todo trabajador está expuesto a una sustancia química, la exposición a tóxicos en el ambiente laboral es tan amplio como la industria misma”. Según Ruiz, se pueden contemplar desde simples irritaciones de mucosas respiratorias, como ocurre en personas expuestas al amoníaco y formaldehido, hasta situaciones realmente incapacitantes como leucemias producidas por la exposición crónica a sustancias químicas como el benceno y al 1,3 butadieno.

Asimismo, la manifestación de cáncer de pulmón se aprecia en aquellos trabajadores expuestos a sustancias como el asbesto, arsénico y cadmio entre otras. “La exposición a humos y vapores químicos, del tipo oxido nitroso, dióxido de azufre, amoniaco, benceno e insecticidas, se relaciona altamente con problemas pulmonares”, asegura Ruiz.

Además, aquellos trabajadores que tienen exposición al alcohol isopropílico, presentan un incremento en el riesgo de producir cáncer nasal y problemas pulmonares.

Flor Franco, propietaria de un salón de belleza en el barrio Olaya de Bogotá, empezó a sentir resequedad continua en su piel, especialmente en cara y manos, y al finalizar el día los ojos se le tornaban rojizos. “Me asusté y visité un médico. Tras una serie de exámenes dictaminaron que los químicos que se encuentran en los líquidos para ondulado o permanente y el amoniaco propio de las tinturas estaba produciéndome una alergia permanente, casi crónica”, asegura Franco.

El plomo, al cual se ven expuestos los trabajadores de la industria de la pintura en aerosol y de la producción de pilas, puede relacionarse con dolores de cabeza, pérdidas de memoria, anemia, problemas del sistema nervioso como desmielinización, daños renales, cardiopatías e infertilidad.

Según Germán Salcedo, ingeniero químico, “la posibilidad que se tiene de desarrollar algún tipo de enfermedad causada por compuestos químicos siempre va a estar”. Es necesario usar los implementos adecuados para cada labor que se realice, de lo contrario podría ser mortal. Sin embargo, según el grado de exposición, se aumentan o se disminuyen las posibilidades de padecer alguna afección en la salud.

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