¿Se le fue el “pajarito” a Maduro?

Al parecer, el “pajarito” que le recordó al presidente Nicolás Maduro el espíritu del difunto exmandatario, Hugo Chávez, hace un año, dejó de silbarle al oído las claves para evitar el tremendo fraccionamiento que hoy vive Venezuela.

Lo que para el chavismo este 5 de marzo (muere Hugo Chávez/ 2013) representa un año de la partida del “libertador bolivariano”, para la otra mitad del país supone la conmemoración de un gobierno y legado ideológico al que su sucesor -Nicolás Maduro- convirtió en los que muchos llaman una ruina.

En efecto, Venezuela conmemora la muerte de Chávez en un país dividido por una crisis económica y de seguridad a la que una gran mayoría dice de haberse expandido bajo el mandato de Nicolás Maduro.

Protestas –ya no con la misma intensidad- y miles de críticas del estudiantado venezolano y la oposición completan el desfile militar, encabezado por Maduro, en el que el oficialismo presenta un homenaje por la vida y obra de Hugo Chávez. El acto también se instaló en el mausoleo donde reposan los restos del difunto Presidente y contó con la asistencia de los presidentes de Bolivia y Nicaragua.

“A un año de la partida de nuestro Comandante Eterno, invito a todo el pueblo a rendirle homenaje en Paz y con Amor…”, escribió Maduro en su cuenta de Twitter.

Luego, en su intervención oficial dijo que “juramos lealtad absoluta a su legado. Hoy decimos que el pueblo venezolano ha cumplido. Misión cumplida, la lealtad ha sido victoriosa”.

Maduro dice que Chávez se le apareció en forma de pájaro

Pese a que a la fecha contrae el luto de los miles de venezolanos que extrañan a su líder, todo apunta a que su reemplazo en el Palacio de Miraflores abanderó las banderas del chavismo hacia vientos equivocados.

A Maduro le responsabilizan cifras de homicidio, una inflación del 56 por ciento, una tremenda escasez de productos, la ausencia de papel para los diarios, jalones de orejas de la comunidad internacional y constantes marchas estudiantiles en su contra.

El mandatario heredó la genética del chavismo arraigado y sigue en pie de expedir duras censuras contra la prensa y de castigar a aquellos que no acaten sus reformas económicas como la polémica Ley de Precios Justos.

Asimismo, aún son millones los que más allá de seguir al actual jefe de Estado, siguen a su antecesor, representado –como dicen miembros del chavismo- “en cada uno de los corazones del pueblo de Venezuela”. El legado de un personaje de tal incidencia historia es inmortal ante los ojos del mundo, no obstante, su efectividad parece perder el rumbo.

“Maduro hasta ahora ha podido sortear el desarrollo de la preservación del poder y está en veremos, está por verse la posibilidad de que él pueda seguir desarrollando el proyecto político enmarcado en el Socialismo bolivariano y ahora chavista que se genera como legado de Chávez”, dijo el analista político Nicmer Evans al diario El Universal.

Medidas como la Ley Habilitante que hoy goza el Presidente o la asonada inquisición del oficialismo en contra de la oposición y de los manifestantes, traen a la memoria aquel autoritarismo chavista que por muchos años varios calificaron de ser “descarado, inconstitucional” e incluso una dictadura.

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