Por: Juan camilo Gómez Caipa
Docente del departamento de Ingeniería Química e Ingeniería Ambiental de la Universidad de América
En un mundo donde el cambio climático y la degradación de la calidad ambiental son realidades evidentes, es crucial promover y fomentar una cultura de sostenibilidad en las generaciones actuales y futuras. Desde esta perspectiva, las instituciones de educación en todos los niveles tienen un rol fundamental en este proceso, para lo cual estos métodos creativos y efectivos permiten transmitir estos conocimientos de manera práctica y duradera.
En la búsqueda constante por mitigar los impactos negativos generados por las actividades diarias del ser humano a nuestro entorno, las actividades prácticas ambientalmente sostenibles han surgido como una alternativa para promover la conciencia ecológica y la responsabilidad ambiental. Uno de los campos que se han abordado desde la asignatura de Gestión Ambiental de la Universidad de América, es la construcción de pacas digestoras silva, una tecnología innovadora que tiene un impacto positivo en el procesamiento de residuos orgánicos, reduciendo así la cantidad de residuos que llegan a los diferentes rellenos sanitarios del país.
Las pacas digestoras silva son una tecnología que aprovecha los residuos orgánicos de actividades forestales y agrícolas para generar biogás y fertilizantes naturales. Esta técnica no solo contribuye a la producción de energía limpia y la gestión de residuos, sino que también ofrece un escenario educativo ideal. Los estudiantes aplican directamente los principios de la biología, la química y la ingeniería en un contexto real, debido a que estos pueden entender la relación entre la actividad humana y el ambiente de una manera tangible.
Entre los beneficios que se pueden resaltar por la construcción de pacas digestoras silva se encuentran: el aprendizaje experiencial, esto se da por la construcción y operación de pacas digestoras brindando a los estudiantes una experiencia práctica y tangible que va más allá de la clase catedrática; la interdisciplinariedad, en el caso puntual de las asignatura de Gestión Ambiental, las pacas digestoras involucran varias disciplinas de la institución, lo que permite la integración de conocimientos y el pensamiento interdisciplinario; proyección social, usualmente esta práctica sostenible se implementa a nivel comunitario, lo que permite a los estudiantes comprender cómo las soluciones locales pueden tener un impacto global, sin dejar de lado que esto proyecta un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia el entorno, y, por último; desarrollo sostenible, al ser partícipes de la construcción de una paca digestora, los estudiantes no solo aprenden sobre su funcionamiento, sino que también da paso a la reflexión sobre la importancia de su actuar en la promoción de un futuro más sostenible, lo que da lugar a inspirar acciones individuales y colectivas hacia la protección del ambiente.
La educación ambiental es un componente esencial para enfrentar los desafíos ambientales actuales y futuros. Las actividades sostenibles, como la mencionada anteriormente, ofrecen una vía innovadora y efectiva para mejorar la divulgación y la apropiación del conocimiento ambiental entre los estudiantes y la comunidad de la que estos hacen parte, puesto que proporcionan una experiencia práctica y significativa, además estas actividades no solo transmiten información, sino que también cultivan una mentalidad sostenible y una apreciación más profunda por el entorno natural.
Es importante que sigamos promoviendo y expandiendo estas iniciativas para construir un futuro más consciente y responsable con el ambiente. Aprovecho para resaltar que esta actividad ha sido posible gracias al Acuerdo de Conservación entre la Universidad de América y la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá, donde estos últimos han apoyado constantemente esta y otras actividades de apropiación de conocimiento ambiental.