En cada una de mis intervenciones lo destaco: Es el turismo el sector productivo nacional que mayor dinamismo adquiere en corto plazo y que impacta de manera positiva múltiples subsectores conectados con esta actividad.
Y las cifras de comportamiento del sector turístico en Colombia durante el primer trimestre de este 2023, reafirman mi postulado. Según el informe de la organización mundial del turismo, nuestro país entre enero-marzo se ubicó como el tercer destino de las américas que ha registrado un repunte significativo en los indicadores, dando como resultado un incremento del 36,7% de turistas frente a igual periodo en el 2022, lo que en número de personas es 2 millones 200 mil visitantes al cierre de mayo.
En el contexto latinoamericano somos el segundo destino escogido por turistas internacionales, superados solo por El Salvador. Hechos que monitoreados en conjunto demuestran crecimiento en los alojamientos, los servicios de restaurantes y en las zonas de mayor predilección turística, sumado a una ola de positivismo entre operadores independientes y por supuesto los proveedores de algún servicio desde el mercado informal.
Las proyecciones para el segundo semestre del 2023 son más alentadoras. El más reciente informe de la consultora de viajes ForwardKeys, reportó un incremento de 34,6% en el número de reservas internacionales comparadas por el mismo periodo de 2022 y se esperan 430.549 para el periodo mayo-octubre 2023, sumado obviamente al flujo de turismo local por temporada vacacional, semana de receso de octubre y la gran temporada de final de año.
En recursos irrigados al sector turismo y de allí a toda la cadena de valor el DANE reporta que en 2022 se registró un gasto turístico al interior del país por US$12.912 millones, teniendo un crecimiento de 52,5 % respecto a 2021 y ese mismo año el gasto en turismo receptor generó US$9.441 millones, participando con el 73,1% del gasto total. La participación del turismo interno fue del 26,9%.
Colombia crece como destino preferido, sí, pero a la par de esta ola en crecimiento también son de resaltar los retos que tanto desde el gobierno nacional como desde el Congreso debemos y podemos no solo prever sino abordar.
Bien por el turismo receptivo internacional, pero un trato igual amerita el turista local, aquel que en medio de fenómenos como la inflación espera condiciones accesibles para lograr mejores tarifas en tiquetes aéreos e incluso una revisión del porcentaje del IVA aplicable a los paquetes turísticos.
La Comisión Tercera de la Cámara de Representantes aprobó en primer debate un proyecto de ley que busca brindar un respiro a esta industria, reduciendo el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 19% al 5% en tiquetes aéreos y combustible para aviones.
Fundamental eso sí, mejorar las estrategias de seguridad ciudadana que garanticen niveles favorables de percepción especialmente en las ciudades en donde hechos delincuenciales terminan por generar alertas negativas a quienes optan por escogerlos como sitios de atractivo turístico.
Y sin duda redoblar esfuerzos en líneas de apoyo financiero para la consolidación de proyectos turísticos sustentables y amigables con el medio ambiente. Fomentar los emprendimientos de turismo experimental, los destinos que invitan a cultivar la conexión con la naturaleza y el profundo respeto por el ecosistema.
Tenemos el potencial, tenemos la capacidad innovadora y tenemos la calidez de nuestras gentes sumado a sus tradiciones y gastronomía. No perder la senda y convencernos de la capacidad como país inmensamente atractivo, es el reto que no debemos dejar marchitar.