El Dr. Alberto Papi comparte un nuevo enfoque en la salud respiratoria

La infección respiratoria aguda (IRA) es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo, ubicándose entre las diez principales causas de defunción en la población general. Según la Organización Mundial de la Salud casi 4 millones de personas mueren cada año debido a las enfermedades respiratorias agudas. Estas generalmente tienen un origen infeccioso siendo producidas por virus y bacterias que afectan a las vías respiratorias superiores o inferiores.  Ejemplos de estas enfermedades que tienen una aparición repentina y suelen tener un curso menor a dos semanas de duración son el resfriado común, la influenza, el COVID y la neumonía. 

Por otra parte, las enfermedades respiratorias crónicas pueden comprometer de manera permanente a los pulmones y a otros órganos del aparato respiratorio. Una de las más importantes es la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), que según la Organización Mundial de la Salud es la tercera causa de muerte a nivel mundial (3,23 millones de defunciones en 2019). La EPOC es, además, conforme a reportes de la Organización Panamericana de la Salud, la cuarta causa de muerte en las Américas (37,5 por cada 100.000 habitantes en 2019) y en Colombia (31,6 por cada 100.000 habitantes en 2019).

el Dr. Alberto Papi, médico italiano especialista en asma e inmunología clínica y medicina pulmonar y profesor de la cátedra de Medicina respiratoria, considera que el papel del estrés oxidativo en condiciones respiratorias agudas y crónicas es uno de los temas más relevantes del momento,  puesto que este es un proceso que se incrementa paulatinamente en las enfermedades respiratorias.  Consiste en un desequilibrio entre la producción de radicales libres que no logra ser contrarrestada naturalmente por el cuerpo humano, lo que produce una respuesta inflamatoria caracterizada por una mucosidad espesa y de difícil manejo y que además se relaciona con la degeneración de los tejidos.  

El nuevo eje del diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades respiratorias, agudas y crónicas, desde la prevención y la anticipación centradas en el ser humano como ente individual, se ve reforzado con el uso adecuado de fármacos sometidos a exhaustivos estudios.  

En la actualidad destaca la importancia que ha cobrado el uso de moléculas mucolíticas como la N-Acetilcisteína en el manejo exitoso de las enfermedades respiratorias agudas y crónicas, ya que favorece la expulsión de las mucosidades que se acumulan en las vías respiratorias evitando directamente la obstrucción de las mismas y que además por su mecanismo de acción, se constituye en un importante antioxidante protegiendo a los pulmones de lesiones no reversibles.  Ello se traduce en una mejor evolución de la enfermedad y por ende en una evidente mejoría en la calidad de vida de las personas con estos padecimientos.