Por Juan Camilo Castellanos M.
Hemos señalado como el tema del narcotráfico en Bogotá viene en aumento, según cifras de SIEDCO, tenemos una ciudad que entre el año 2021 y 2023 se han incautado más de trece millones de dosis de drogas ilícitas, para ser exactos 13.062.125, a lo cual con toda seguridad los lectores y ciudadanos se preguntarán, si eso es lo que se incauta, registro, cuanto es lo que no se incauta, el subregistro, que según expertos puede llegar a ser el doble, es decir, toda esa cantidad no registrada o incautada llegó a ser consumida en nuestra ciudad y mientras el distrito sigue en el tapen tapen, llamando el tema como de microtráfico.
Según datos de El Nuevo Siglo el aumento se ha dado en los estratos 1 y 2, es decir, otro mecanismo de pauperización de esos grupos poblacionales se está inoculando en nuestro sistema social, nuevas cadenas que atan e impedirán que estos grupos poblacionales ya bien golpeados por la vida y la inequidad de una sociedad cada vez más consumista ahora los va a esclavizar de una manera más brutal, la adicción a las drogas.
La ciudad se debate entre una campaña electoral que será feroz, todo el mundo pensando por sí o por inducción mediática en la seguridad, pero cuantos candidatos en realidad están buscando la raíz del problema, que en nuestro sentir es el narcotráfico, puesto que una vez instalado este esquema en un territorio inician su control total, con la extorsión, secuestro exprés, fleteo, prostitución, fronteras invisibles y por supuesto homicidio por la modalidad de sicariato.
Ahora bien, cuantos candidatos a la alcaldía están realmente preocupados por esta situación, cuantos tienen la valentía de por lo menos cambiar el enfoque de primero reconocer que hay casi que dos y tres bandas criminales con este negocio por localidad, que esto no es un tema de micro trafico sino de narco tráfico, un problema tan agobiante para miles y quizás millones de padres y madres de familia que ven como sus esfuerzos por sacar un hogar adelante quedan rezagados a extinguirse en un soplo tras otro, una aspirada tras otra, todo un proyecto de vida y sueños se vuelven humo.
Los niños y niñas son el objetivo, hoy inocentes criaturas, mañana clientes adictos, cautivos que harán lo que la voluntad del patrón de su vicio les ordene, si hay que ir a sicariar, irán, si hay que ir a robar o si hay que ir a prostituirse lo harán, pues ya no serán dueños de sus destinos sino esclavos de su adicción, meros consumidores que por satisfacer su enfermedad no tendrán voluntad para madrugar a entrenar, estudiar y mucho menos a trabajar legalmente.
Hoy en la ciudad los reportes son tenebrosos, no hay una sola entidad pública que se encargue de procesos de rehabilitación de personas con adicciones a las drogas, todas las entidades son prestadoras del servicio a través de las EPS, es decir el negocio de la adicción se lo llevan los privados a donde los hijos del pueblo raso no tendrían como solventar un verdadero tratamiento de rehabilitación que requiere dinero contante y sonante.
Según datos de la secretaria de salud del programa Salud a mi Barrio-Salud a mi vereda, “vincúlate”, en atención de menores de edad en acciones de la promoción de salud y prevención de consumo de SPA, en lo que va de este periodo, más de 20 mil menores han sido atendidos, 239 menores por consumo inicial y entre 2021 a la fecha por acciones preventivas de consumo de SPA en entornos escolares, van 12.797 menores y en atenciones por individuo de rango de 0 a 18 años tenemos de 2021 a 2023; 21. 987 atenciones para un total de 4914 individuos.
De estos datos observamos que las localidades más golpeadas son Kennedy con; 1.499, seguida por Antonio Nariño 544, Barrios Unidos 473 menores, Tunjuelito 380 menores y Chapinero 339, de donde Kennedy, localidad donde señalábamos en el artículo anterior, había más capturas y mayor número de dosis incautadas según SIEDCO, muestra la constante relación que tienen aquellos datos con los presentes, es la localidad donde se ha instalado el nuevo Bronx de la ciudad, así que estas son las consecuencias.
La ciudad se debe movilizar, estamos bajo ataque, el próximo alcalde debe tomar decisiones por una parte drásticas y por otra entendiendo que mientras sigamos gastando 77 mil millones en habitabilidad en calle, la consecuencia y solo 23 mil millones en la entidad que se encarga de evitar que esta problemática crezca desde una óptica de la sensibilización, prevención, el estudio, el deporte, la tecnificación y profesionalización de los chicos y chicas que son víctimas de estas realidades, nada va a cambiarla ciudad debe apostarle a la lucha frontal contra el narcotráfico a partir de quitarle la clientela, previniendo y rehabilitando.