Amylkar D. Acosta M1
¡Lo que por agua viene por agua se va!
A riesgo de asumir el papel de Casandra, me atrevo a plantear que si bien es cierto no hay razones objetivas para afirmar que estamos ad portas de un riesgo inminente de racionamiento del servicio de energía, como aconteció hace ya 30 años2, sí estamos en presencia de un riesgo sistémico inmanente de racionamiento. Me explico.
Es indubitable que en las últimas tres décadas se ha construido un Sistema eléctrico sólido, que ha ganado en eficiencia, que cuenta con una matriz mucho más robusta y diversificada, amén de una regulación avanzada y moderna, producto de las lecciones aprendidas de la pesadilla del apagón que experimentó el país entre el 2 de marzo de 1992 hasta el 7 de febrero de 1993, que quedaron compendiadas en las leyes 142 y 143 de 19943. El cargo por confiabilidad, creado en 2006, entre otras herramientas, le ha permitido al Sistema sortear con éxito recurrentes fenómenos de El Niño, que, como el de 2016 llevó al límite la capacidad de las hidroeléctricas del país, sin que este se apagara. Ello le ha valido el reconocimiento a su matriz energética por parte del Consejo Mundial de Energía (WEC, por sus siglas en inglés) y al desempeño de su arquitectura por el Foro económico mundial (FEM).
La vulnerabilidad de la matriz energética
Colombia se ufana de tener una matriz eléctrica limpia, dado que su capacidad instalada de generación (18.851.84 MW) es predominantemente hídrica (66%), pero éste que es un atributo que se pondera en su justa dimensión, constituye a su vez el talón de Aquiles del Sistema eléctrico, tornándolo muy vulnerable frente a los embates del Cambio climático, tanto más en cuanto que uno de los fenómenos extremos a que da lugar, en este caso El Niño, que se alterna con el de La Niña, con su sequía y baja pluviosidad incluidas, son cada vez más frecuentes, intensos y duraderos. No se puede caer, entonces, en el espejismo de creer que por tener una capacidad instalada que roza los 19 GW para atender una demanda que bordea los
1 Miembro de Número de la ACCE
2 Amylkar D. Acosta M. Del racionamiento eléctrico al racionamiento moral. Impretécnica. Noviembre de 1993
3 Amylkar D. Acosta M. El apagón. Marzo, 7 de 2022/ El fantasma del racionamiento. Marzo, 8 de 2023
11 GW se puede hablar de una holgura que supuestamente asegura la confiabilidad y firmeza del Sistema eléctrico.
La exposición es mayor habida cuenta que entre los embalses que sirven a las hidroeléctricas en el país sólo uno de ellos, El Peñol, tiene capacidad de regulación anual, mientras el 80% de ellos no supera los tres meses. Venimos de un fenómeno de La Niña que ha durado tres años, por ello resulta aventurado vaticinar la intensidad y duración de El Niño que la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA, por sus siglas en inglés) anuncia para el próximo semestre y le atribuye una probabilidad del 80% de que este evento sea moderado y del 55% que sea fuerte.
El atraso de la ejecución de los proyectos
A esta circunstancia, ya de por sí preocupante, se le viene a añadir el atraso de la ejecución de los proyectos contemplados en el Plan de expansión eléctrico. Como lo afirma Camilo Marulanda, Presidente de ISAGEN, “el mercado colombiano de energía esperaba en el período 2018 – 2021 el ingreso de más de 4.000 MW de capacidad, representados en HIDROITUANGO (2.400 MW) y los proyectos eólicos de La Guajira (2.000 MW). De esta capacidad (que representa casi el 20% de la actual oferta), sólo han entrado en funcionamiento 600 MW de HIDROITUANGO. La capacidad adicional de este proyecto, así como el ingreso de los proyectos eólicos, no ocurrirá antes de 2026”4. Lo propio puede afirmarse con respecto a los parques eólicos en La Guajira, con el agravante de que la demora en su entrada en operación impide su inserción en la matriz energética, sirviéndole de respaldo a las fuentes convencionales de energía hídrica y térmica y tornándola más resiliente frente al Cambio climático, dada la propiedad contracíclica que caracteriza a la generación de energía eólica y solar5.
4 El Tiempo. Marzo, 31 de 2023
5 Amylkar D. Acosta M. Oh paradoja. Enero, 21 de 2023
A estos atrasos de la expansión de la capacidad de generación se suman los atrasos en varios proyectos clave de trasmisión, determinantes del atrapamiento de la energía y del aumento desmesurado del cargo por restricción en la tarifa que pagamos todos los usuarios, toda vez que, ante la imposibilidad de conectar y transportar energía generada a menor costo por las hidroeléctricas toca apelar a la generada por el parque térmico, que es más costosa6.
El equilibrio inestable oferta – demanda
La ministra de Minas y Energía le dio un parte de tranquilidad al país afirmando que “las reservas hídricas del país están por encima de los últimos 20 años”7 cuando al corte del 16 de mayo se reportó un nivel de sólo 58.25% (10.621 GWH) y los aportes hídricos de 54.83% (283.80 GWH). Bajo esa falsa premisa arguye la ministra que “no tenemos en este momento una alerta de racionamiento…Quien esté mandando ese mensaje está generando pánico”8. Contra toda evidencia, le apuesta a la hidrología y sostiene que “Colombia tiene unas reservas hídricas suficientes para afrontar un eventual fenómeno de El Niño en la segunda mitad del año”9.
Alejandro Lucio, Gerente de Óptima Consultores y ex presidente de Derivex, experto como el que más en el tema, conceptúa que “las cuentas están muy apretadas. Si me pregunta hoy y El Niño fuera en el segundo semestre y durara un par de meses, pues tenemos con qué aguantar porque el embalse tiene un buen nivel a pesar de que ha venido disminuyendo rápidamente. Pero si hablamos de un Niño que se prolonga, que sea largo, que haya una sequía larga, las cuentas están muy justas y yo no descartaría un racionamiento”10.
El Gerente general de EPM, luego de anunciar que hacia el mes de noviembre entrarían a operar dos turbinas más, para completar cuatro de ocho en total, advierte que “de no haber entrado las primeras dos unidades de HIDROITUANGO a tiempo seguramente estaríamos, muy posiblemente, expuestos a un racionamiento”11. Más, sin embargo, Alejando Lucio afirma que “sin duda ayudaría que entraran. Eso son 600 megas más para el Sistema que en generación hidráulica es algo importante. Ahora, ayuda, pero no estoy muy seguro que las turbinas 3 y 4 puedan entrar en
6 Ídem
7 El Colombiano. Mayo, 19 de 2023
8 Ídem
9 Bloomberg. Mayo, 11 de 2023
10 Bloomberg Línea. Mayo, 19 de 2023
11 Ídem
noviembre, pero asumiendo que sí, creo que el Sistema está muy justo en lo que conocemos como energía en firme”12.
Y hablando de la Oferta de energía en firme (OEF), según la Presidenta de ASOENERGÍA Sandra Fonseca, la demanda promedio en el país en un día ordinario es de cerca de 222 GWHD y sólo “hay en este momento, en términos de energía en firme en la oferta 225 GWHD”13, justo, a ras de bola y sin margen de maniobra. Se estima que, de entrar las otras dos unidades de HIDROITUANGO aportarían 14 GWHD adicionales para completar 239 GWHD. Un detalle que no es menor es saber y constatar que esta central hidroeléctrica, cuando se concluya y opere a plena capacidad, será la mayor del país, podrá abastecer hasta un 17% de la demanda, pero su embalse es pequeño y la misma prácticamente genera la energía a filo de agua del río Cauca. Por ello coincido con Sandra cuando afirma que el Sistema está en un “equilibrio inestable en el balance Oferta – demanda existente”14. Huelga decir que en el caso extremo, la OEF sólo podrá responder hasta un máximo de 65% de la demanda (¡!).
El stress del sistema presiona al alza las tarifas
Esta estrechez de la oferta de energía ya le ha venido pasando la cuenta de cobro a los usuarios. Como lo afirma Sandra “la señal de precios muestra claramente que en la actualidad hay una escasez inminente y creciente en el balance eléctrico, es decir la necesidad de aumentar la disponibilidad de toda la infraestructura”15. Este descalce entre la oferta limitada para satisfacer una demanda de energía creciente, que pasó de un crecimiento del 3.34% en 2022 al 5.24% actual, estresa el Sistema y viene presionando al alza los precios de la energía en Bolsa y estos, a su vez, presionan al alza también las tarifas que paga el usuario final.
Así lo explica el director ejecutivo de ANDEG Alejandro Castañeda: “estos precios de la energía en Bolsa han venido subiendo, ya que las centrales hidroeléctricas han cedido en generación más de 50 GWH y que han sido cubiertos por las plantas termoeléctricas, que han entrado a respaldar para evitar un déficit en el Sistema”16, el doble de los 26 GWH registrados un mes atrás (¡!). En febrero, el precio de bolsa de energía fue de $533,7/KWH, lo que significó un aumento de 42,61% frente al precio promedio de enero, que fue de $374,24/KWH, el más alto desde 2016. Pero, ha seguido subiendo hasta alcanzar el promedio ponderado de los $823.6 el KWH el pasado 17 de mayo.
12 Ídem
13 Vanguardia. Mayo, 16 de 2023
14 Ídem
15 Ídem
16 El Colombiano. Mayo, 19 de 2023
Es de anotar que el precio de la energía, ya sea en Bolsa o en los contratos bilaterales entre comercializadores y generadores, impacta el cargo por generación
(G) de la fórmula tarifaria (CU). Ahora bien, cuanto mayor exposición en Bolsa tiene el comercializador mayor es la volatilidad del precio. En promedio las empresas comercializadoras compran un 25% de la energía que distribuyen en Bolsa. Claro está que a medida que se van venciendo los contratos bilaterales el precio al cual se transa la energía tiende a tomar como referencia el precio en Bolsa al momento de concretarse. Son 9 las empresas comercializadoras, 5 de ellas de la Nación, las que atienden 6.2 millones de usuarios, 35.5% del total, con exposición en Bolsa por encima del 30%, en detrimento de sus usuarios.
Por ello, concuerdo con Castañeda en el mensaje que le ha enviado al Ministerio de Minas y Energía en el sentido que “el Gobierno nacional debe insistir en que la demanda esté contratada y que tenga los contratos de energía listos para que en caso de que el precio en Bolsa suba mucho, los usuarios no vayan a sufrir”17. Ello no da más espera.
Finalmente, sin alarmismos, pero consciente del riesgo inmanente del Sistema y del sentido de la oportunidad para actuar diligentemente con miras a minimizarlo, me permito sugerir al Ministerio de Minas y Energía que, con el propósito de alejar el fantasma del racionamiento de energía y conjurar dicho riesgo, reactive y convoque a la mayor brevedad la Comisión Asesora de Coordinación y Seguimiento a la Situación energética del país (CACSSE), integrado, además del Ministerio que lo preside, por ISA, la CREG, la UPME y el Consejo Nacional de Operaciones (CON), una especie de Puesto de mando unificado (PMU) del sector energético. La situación actual lo amerita.
Cota, mayo 20 de 2023 www.amylkaracosta.net