Este 2023 se ha caracterizado por una pregunta común que recorre prácticamente todos los escenarios de la vida pública nacional: ¿Hacia dónde vamos?
El interrogante aplica para diversas temáticas incluida obviamente hacia dónde vamos en materia de seguridad ciudadana.
En este aspecto de acuerdo con las cifras el último trimestre del 2022 y el primero del 2023 deja en nuestro país un aumento de los llamados delitos de alto impacto.
Así las cosas, mientras el país político digiere la intención de la llamada estrategia de paz total propuesta por el gobierno nacional, varios de los actores delincuenciales pareciesen han tomado un “aire” en diversas zonas para sembrar zozobra e incertidumbre en las bases sociales las cuales son las que viven en carne propia hechos como el homicidio, el hurto callejero y el micro tráfico.
Según las estadísticas delitos como el secuestro tuvo un aumento del 43,6% y el hurto a personas en el comparativo de enero del 2022 y enero del 2023 tuvo un aumento del 26%. En el caso de la extorsión el incremento comparativo en iguales meses es del 33%.
El hacia dónde vamos está acompañado del ¿Qué podemos hacer? Pensar en una política con enfoque en la seguridad ciudadana debe incluir a más instituciones y que la responsabilidad no solo sea exclusiva de la Policía.
Este país ha crecido demográficamente y con ello llegó el aumento de los problemas relacionados con la delincuencia asociada a crimen organizado.
A esto se suma otro factor que dificulta una acción eficiente frente a la problemática expuesta: la limitada capacidad de la mayoría de los municipios de nuestro país. Una cosa es enfrentar los delitos de alto impacto en Bogotá con una robusta articulación de servicios institucionales y disponibilidad presupuestal y otra muy distinta es la realidad del 90% de municipios del país que según Planeación Nacional son categoría 5 y 6 lo que representa que sus recursos son muy limitados.
Sin embargo, ante el panorama de desafíos e incertidumbres en seguridad ciudadana, los colombianos necesitamos acciones prontas y contundentes. La seguridad de nuestras familias y nuestros entornos sociales no dan espera.
Nuestro acompañamiento con prontitud a los reclamos ciudadanos es sin duda el gran reto para lograr el restablecimiento del orden en nuestro territorio nacional.