Como Representante a la Cámara por Antioquia hago una denuncia pública ante los entes de Control de la Nación y el Departamento de Antioquia por el riesgo que vive el campesinado y las comunidades étnicas en la ruralidad.
Desde noviembre del 2022 las comunidades de Alto Murrí del corregimiento Murrí – La Blanquita, municipio de Frontino, vienen reclamando por parte de la Gobernación de Antioquia y el Estado el apoyo y respaldo para la construcción de los puentes en los ríos Gengamecodá y Penderisco, perteneciente a la comunidad del Alto Murri y que beneficia a 7 comunidades negras, 3 resguardos indígenas y a la población campesina del sector. Sin embargo, no ha existido poder humano que haga mover a los funcionarios competentes para que solucionen esta problemática.
En varias oportunidades se han extendido denuncias sobre esta problemática a las entidades del orden local, regional y nacional por parte de la Red de Comunidades Construyendo Paz en Colombia y de la Mesa Interétnica de Paz de La Blanquita – Murrí, acompañada por la Iglesia Luterana de Colombia a través del proyecto De la Guerra a la Paz y FOR Peace Presence, y estas entidades han hecho oídos sordos.
Altos de Murrí es de esos territorios donde muchos derechos están siendo vulnerados, se encuentra a más de 10 horas a lomo de mula desde el corregimiento de la Blanquita – Murrí. Allí habitan aproximadamente 53 familias, personas de la tercera edad, niñez y firmantes de paz en proceso de reincorporación, quienes diariamente arriesgan su vida pasando por puentes improvisados.
Han sido varios los llamados para se ponga la mirada en estas comunidades, el pasado viernes 4 de agosto se ahogó el señor Rafael Merejo padre del presidente de la Junta de Acción Comunal del Alto Murrí, un señor de la tercera edad, quien cruzaba por el puente sobre el rio Penderisco. Esto ocurrió mientras su hijo cruzaba el río en una champa (embarcación construida manualmente por los campesinos).
Dejo constancia de que el 19 de noviembre del año 2022 esta curul realizó una Audiencia Pública de carácter humanitario en el municipio de Frontino, donde participaron funcionarios departamentales y nacionales, y muchos lideres y lideresas de los municipios de Frontino, Urrao, Dabeiba, Vigía del Fuerte, Murindó y Buriticá.
En esta actividad todos los lideres indígenas, campesinos y negros de esta zona informaron de la urgencia de las obras sobre los ríos para evitar estos lamentables hechos. Y se concluyó la necesidad de establecer una mesa de trabajo para resolver la múltiples solicitudes que hicieron las comunidades. Ninguna mesa de trabajo se ha instalado por la falta de voluntad política de las entidades del orden nacional y departamental para delegar funcionarios con capacidad de decisión.
Señor Gobernador Aníbal Gaviria, vale la pena recordar que usted es el gobernador de todos los antioqueños y que en su función como administrador del departamento tiene la responsabilidad de atender todos los rincones de este territorio. Esta zona de Antioquia es quizás la más abandona por el departamento. Allí hay presencia de negros, indígenas, campesinas y campesinos a los cuales la gobernación ha hecho caso omiso, pues no es sólo la movilidad la que apremia en esta región sino también el acceso a salud, educación, saneamiento básico y un largo etcétera.
Hago un S.O.S. al Gobernador para que cumpla con su deber como funcionario público para que de respuestas a las solicitudes de las comunidades.
También le hago un llamado a Gobierno Nacional, al Ministerio del Interior, al Ministro de Transporte y al Ministerio de Salud para que articulen con las entidades públicas competentes y generen mecanismos de carácter humanitario para la población de estos municipios. No se puede hablar de Paz Total sin la garantía plena de derechos de todas las comunidades del territorio nacional.
Les extiendo una invitación a que visitemos este bello territorio donde vive gente trabajadora y convencida de que la Paz es el camino, pero que sigue esperando que el “Unidos por Antioquia” y “Colombia Potencia Mundial de la vida” sean una realidad para quienes lo habitan.