Cero y van dos presidente Duque

Por: Óscar Sevillano


La reparación a las víctimas de la violencia es un asunto que le corresponde al Estado y es el Presidente de Colombia como máximo representante de ese Estado, quien debe no solo dar respuesta por los resultados que en esta materia se han obtenido, sino además acompañar los actos que tienen que ver con los hechos que destruyeron sus vidas.

Con enorme tristeza debo confesar que me equivoqué al pensar que la ausencia del presidente Iván Duque en el acto celebrado para conmemorar los hechos de la masacre de Bojayá en el Chocó, en donde además se hizo entrega de los restos de las personas que murieron en ese día por cuenta de un enfrentamiento entre la guerrilla de las Farc y los paramilitares, no se repetiría. Sin embargo, el país una vez más notó que en el acto similar que tuvo lugar en el Salado, tampoco se hizo presente el jefe de Estado. ¿Es posible creer entonces en el compromiso de un primer mandatario con las víctimas del conflicto, cuando procede de esta manera?

Al parecer, luego de más de 18 meses en el Palacio de Nariño, Iván Duque no ha entendido cuál es su papel como Presidente de la República, y sobre todo, cual es la diferencia entre ocupar el cargo de senador de un partido político en donde debe seguir una línea ideológica, obedeciendo al pie de la letra el mandato de su jefe político y ser el primer mandatario del país, en donde debe atender las necesidades de toda su población, sin restarle importancia a ningún tema.

Los hechos violentos que se dieron en Bojayá y el Salado durante el Gobierno de Andrés Pastrana, requieren un compromiso de reparación, atención y acompañamiento del Estado que durante este mandato se ha cumplido, pero más por la acción permanente y decidida del director de la Unidad de Víctimas Ramón Rodríguez, que por la voluntad del presidente de la república Iván Duque y este aparente desprecio por el tema de parte del primer mandatario, se deja ver en la medida en que a dos actos importantes para el país, que tienen que ver con la conmemoración de unos hechos, donde más de una decena de personas murieron por cuenta de la violencia de grupos armados ilegales y que no pueden, ni deben repetirse, ha decidido no asistir.

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¿Qué se necesita para que el presidente Iván Duque asista a estos actos y ratifique el compromiso del Estado con una No repetición de los hechos?, ¿invitar a Juan Guaidó y que este acepte ir?

Tengo la esperanza de que algún día no muy lejano Iván Duque asuma su papel como presidente de la República -y como tal-, haga lo que le corresponde hacer, como por ejemplo acompañar estos actos de conmemoración de miles de colombianos inocentes que perdieron sus vidas por cuenta de la violencia de los grupos armados ilegales.

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