El triste final en la novela del debate presidencial

El ingeniero Rodolfo Hernández y el senador Gustavo Petro se culpan mutuamente por la no realización del debate presidencial ordenado por el Tribunal Superior de Bogotá.

El exalcalde de Bucaramanga responsabiliza al candidato del Pacto Histórico, diciendo,  “que Petro prefería desconocer el preciso mandato judicial para convertirlo en una expresión publicitaria contrario al fallo”.

Para Hernández, son las dos candidaturas quienes debían definir las reglas de juego y no el sistema de medios públicos RTVC, y la respuesta del senador Petro, dejando esta responsabilidad en manos del canal, sería la prueba de que el aspirante de izquierda no tenía intención de participar en un cara- cara.

Gustavo Petro, por su parte dijo: “No puedo más que decir que no se puede ser presidente y poner trampas a los jueces”, dando a entender que lo de su oponente fue una “jugadita” .

“Sin jueces, solo habrá dictadura y violencia. Nosotros acataremos y defenderemos la justicia”, añadió el candidato y senador.

La novela por la puesta en operación del debate presidencial comenzó cuando el Tribunal Superior de Bogotá ordenó a los dos candidatos debatir sus propuestas. Ante esto, el ingeniero Hernández estableció una serie de condiciones, entre ellas el lugar donde se haría, las periodistas que serviría como moderadoras y los temas que serían discutidos, términos que fueron aceptados por Gustavo Petro. Al final de la tarde del jueves 16 de junio, no hubo un acuerdo final y el encuentro no se hizo.

 

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