La empresa y la familia o ¿La empresa o la familia?

Cuando hablamos de empresas familiares grandes o pequeñas es importante entender que cada una tiene una dinámica única, por lo general son empresas que la inicio una persona o varios hermanos, tíos o hasta primos, todos con la ilusión de tener un trabajo como fuente de ingreso para poder sostener a sus familias, con el tiempo estas empresas van creciendo y van creando su propia cultura en cuanto al manejo de personal, la manera de como se distribuye el ingreso, como se manejan las ventas y compras sin mucha estructura, al pasar los años se ven en la necesidad de empezar a formalizar estas estructuras organizacionales dentro de la empresa para que pueda soportar el crecimiento hasta llegar en muchas ocasiones empresas de tamaños muy grandes.

Por lo general los dueños siempre se preocupan por el desarrollo interno de la compañía, la estrategia, la contabilidad, la parte tecnológica, los productos, las ventas etc. Dejando a un lado la parte de relaciones entre los accionistas, su descendencia y posibles conflictos, el día a día no da espacio para tenerlos en cuenta. A demás de ser un tema algo álgido que todos quieren evitar para no entrar en conflictos siempre se deja para después.

Ese momento que se deja para después llega cuando alguno de los accionistas se muere, o cuando se empieza a vislumbrar una división en cuanto al rumbo del negocio o cuando llega el momento de la sucesión, o los hijos de los accionistas quieren entrar a laborar en la empresa, aquí arrancan los conflictos y esto se da por múltiples razones, dentro de los sucesores hay varias clases de perfiles pues no todos tienen la misma afinidad con el negocio por múltiples razones, unos quieren el negocio y ser participes de la empresa, otros les interesa la empresa pero que sean personas ajenas a la familia que trabajen dentro de la organización porque ellos se quieren desarrollar en otras áreas de la vida y otros que no les gusta ni el negocio, ni tienen conexión con el, quienes vienen siendo los más conflictivos y ven a la empresa como una fuente solo de ingresos, no entienden de inversiones y solo quieren ordeñar a la compañía a costa del crecimiento de la empresa.

El conflicto se agudiza más cuando ya entran terceras personas a la familia, porque se casan y cada cual tiene su propio concepto sobre la empresa, además de sus propias necesidades que muchas veces están muy lejos de lo que la empresa les puede brindar o laboral o económicamente y a medida que la familia crece así crecen los conflictos por el poder dentro de la organización. Los que han sido empresarios, accionistas o empleados de una empresa familiar entienden perfectamente a lo que me refiero.

¿Entonces qué hacer para minimizar estos conflictos y que las empresas familiares perduren en el tiempo?

Dependiendo del tamaño de la empresa se puede realizar un acuerdo entre accionistas, un código de buen gobierno o un gobierno corporativo dependiendo del tamaño de la empresa, esto hace que en el momento de un crecimiento de la empresa, la falta de un accionista por muerte o retiro, también por una sucesión por retiro se generen reglas claras para todos, ideal que se haga con un acompañamiento por un profesional o persona conocedora de acuerdos de accionistas, se debe tener en cuenta para que el acuerdo prospere las necesidades de cada uno de los accionistas, la visión y el futuro del negocio de cada integrante, llegando a acuerdos donde cada uno se sienta respetado, se tengan en cuenta sus ideas y pensamientos.

También es importante si el tamaño de la organización lo amerita conformar una junta asesora o junta directiva con miembros que sean independientes y que puedan colaborar con el crecimiento de la empresa.

Tener una política clara de distribución de dividendos, el porcentaje de utilidades que se van a dejar para crecimiento e inversiones. Entre más claro y detallado este el acuerdo es mejor para todas las partes.

Otro punto a tener en cuenta es determinar el periodo de revisión del acuerdo, en estos momentos en que el mundo se mueve tan rápido en periodo de revisión es importante dejarlo.

Un lineamiento o política de retiro también es importante tenerla dentro de un acuerdo para no se sientan amarrados o asfixiados de no poder en algún momento salirse del negocio con unas reglas que permita la salida y la supervivencia de la compañía.

Para concluir, es fácil establecer estos acuerdos y perderles la pereza y el miedo a realizarlos, esto es un mecanismo que da seguridad a todos los actores de una compañía, accionistas, empleados, bancos y proveedores.

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