Durante la audiencia pública que tuvo lugar en Dadeiba, Antioquia, para el reconocimiento de la verdad, donde se revelaron detalles de los asesinatos y desapariciones forzadas de personas que fueron presentadas como bajas en combate por agentes del Estado, un grupo de militares aceptaron públicamente ser los autores materiales de estos delitos.
“Efectuamos y creamos un libreto casi perfecto donde se nos facilitó porque estas personas presuntamente tenían un vínculo con la guerrilla. Desde ese primer momento, nuestros comandantes nos inculcaron que necesitaban altos números de muertos”.
Por su parte el sargento William Andrés Capera, ex integrante del Batallón contra Guerrilla, reconoció y aceptó que como médico forense maquilló las escenas del crimen.
El coronel (r) Edie Pinzón Turcios, habló de las alianzas macabras entre el Ejército y los paramilitares que había en la región para cometer todo tipo de delitos.
El teniente Yahir Rodríguez, intervino confesando que todo aquel que vestía de blanco o negro era considerado como guerrillero y por lo tanto tenía que morirse. “No nos contaban capturas. La orden era extinguirlos, asesinarlos. Ese es el caso del señor Edison Lexander Lezcano Hurtado”, expresó”.
El magistrado de la Justicia Especial Para la Paz, Alejandro Ramelli, afirmó que se han encontrado 78 restos óseos que pertenecerían a 49 víctimas de desapariciones y falsos positivos y precisó que, de esas 49 víctimas, 11 ya fueron identificadas y entregadas a sus familiares.