La solicitud de la alcaldesa Claudia López al presidente Gustavo Petro para que “tramite una ley que permita crear una policía local para la ciudad” se da en medio del incumplimiento del compromiso del Gobierno Nacional de entregar nuevos policías para Bogotá y de ver cómo disminuye el pie de fuerza existente en la ciudad.
Esto es solo una idea, seguro no existe un proyecto concreto que exponga claramente cuántos hombres y mujeres va a tener esa policía, cómo y cuándo se van seleccionar, capacitar, en qué instalaciones se van a formar, cuál es el contenido de esa formación, cómo va a ser la estructura de esa nueva policía, cuál es el costo anual de esa policía, etc.
Por otro lado, esta idea requiere reformas legales profundas, que seguro el Gobierno Nacional no las emprenderá, en medio de la gran cantidad de reformas que está tratando sacar adelante.
Una propuesta que no tiene en cuenta la realidad política actual, donde el Gobierno Nacional está empeñado en sacar la Policía del Ministerio de Defensa, sin que hasta el momento se conozca cómo se va a hacer, ni la complejidad de la misma, en la medida que supondría una reforma profunda de tres sectores de gobierno, como son Defensa, Justicia e Interior, si de verdad el Gobierno quiere hacer una reforma seria y responsable que fortalezca a la Policía en materia de civilidad, operatividad y bienestar y mejore la seguridad de los ciudadanos.
Por otro lado, por lo menos en América Latina, existen muy pocos referentes de policías locales buenas. En México, Brasil, Argentina y los demás países donde hay policías municipales, la gran mayoría son poco profesionales, ineficientes, corruptas, mal pagas, mal dotadas y se convierten en “guardias pretorianas” de los alcaldes que cambian a su antojo con cada cambio de gobierno. Esto mismo puede repetirse con la idea que hoy se plantea para Bogotá.
Por este camino, hoy no es conveniente avanzar, lo que hay que hacer es volverse a sentar con el presidente y el Ministro de Defensa, para que cumplan con los compromisos que tienen con Bogotá o ajustarlos a las realidades actuales. Reuniones que pueden servir también para fortalecer la inteligencia y la investigación criminal (Policía y Fiscalía) con más personal, equipos, profesionalización y trabajo en equipo para enfrentar una criminalidad cada vez más organizada y diversificada en sus rentas criminales