A Hidroituango lo había matado la élite Antioqueña

La entrada en operación de Hidroituango, hizo que se nos hinchara el corazón por este megaproyecto que ya está generando el 5% de la energía del país y le está aportando a Colombia 4 mil millones de pesos diarios. La aspiración: generar el 17% de la energía de Colombia cuando las ocho turbinas estén encendidas de manera continua.

Por otro lado, permitirá cerrar 14 termoeléctricas a gas y a carbón en el país que emiten gases de efecto invernadero, sin embargo, no pueden quedar en el olvido los villanos de esta historia y mucho menos sus prácticas que causaron que este proyecto hoy tenga sobrecostos por más de 10 billones de pesos, que la tarifa de energía no haya decrecido en los últimos años como se esperaba y que por tanto, la gente más pobre del país tenga que decidir cada mes si come o paga la cuenta de servicios públicos.

Desde 1955, EPM ha sido el orgullo de los antioqueños o la joya de la corona, como nosotros la hemos llamado. Es el grupo económico más grande de Colombia en materia de servicios públicos, posee 45 empresas y tiene presencia en seis países de América Latina. Según la revista Dinero, es la segunda empresa que más ingresos genera en el país, después de Ecopetrol, y le aporta al presupuesto anual de Medellín entre 1,5 y 2 billones de pesos para la inversión social.

No obstante, en los últimos 30 años hemos sido testigos de cómo otro de los grupos empresariales más importantes de Colombia, el GEA- Grupo Empresarial antioqueño- y una élite atada a ellos compuesta por proveedores, acreedores, intermediarios, contratistas, académicos y políticos se encargaron de manejar la ciudad para sus intereses; esa élite fue tomando importancia en las elecciones locales y regionales, en las cuales financió candidaturas que ponían alcaldes y gobernadores para posteriormente incidir en los nombramientos de gerentes de EPM, así como miembros de su junta directiva.

Tal fue el caso de Juan Felipe Gaviria, exgerente de la empresa Integral (diseñadora de Hidroituango), exgerente de EPM en la alcaldía de Sergio Fajardo. En su periodo como gerente de EPM le otorgó el contrato de construcción de Porce III a Conconcreto( empresa constructora de Hidroituango)

Igualmente es el caso de Federico Restrepo, quien también fue gerente de la empresa Integral para posteriormente ser gerente de EPM nombrado por el alcalde de ese entonces, Alonso Salazar. En el 2021 también fué hallado responsable del detrimento patrimonial por Hidroituango.

Adicionalmente, Juan Esteban Calle, fue gerente de EPM y actualmente es gerente de Argos, proveedora de cemento para el proyecto Hidroituango y hace parte del conglomerado del GEA, así como CELSIA, una empresa filial de ARGOS dedicada al negocio de energía y competencia directa de EPM; es decir, con la contratación de Calle, se llevaron la información de EPM para la competencia.

Manuel Santiago Mejía, es hijo de Santiago Mejía Olarte, uno de los fundadores del GEA. Actualmente es accionista de SURA, empresa del GEA, y es socio, con la empresa constructora de Hidroituango Conconcreto en el periodico El Colombiano. También fue miembro de la junta directiva de EPM por casi 10 años, así como miembro de la junta de Almacenes Éxito y la ANDI.

Tatyana Aristizabal Londoño, vicepresidenta del Éxito pasó por la junta directiva de EPM para posteriormente ser incluida en la junta directiva de Protección, empresa de administración de pensiones del GEA. Así como Andrés Bernal Correa, quien fue miembro de la junta directiva de EPM y también de Protección, Argos, SURA, Enka y el Grupo Nacional de Chocolates, todas empresas del GEA.

Todos ellos tienen un común denominador, aseguraron que las decisiones financieras, administrativas y contractuales que se tomaron en EPM representaran los intereses de esa élite con el propósito de seguir acumulando capital sin importar las malas decisiones que se tomaron paulatinamente sobre Hidroituango y los costos económicos, ambientales y sociales que estas han representado para la población que vive en la zona de inundación y en los territorios de amortiguación de la represa.

A Hidroituango lo había matado la élite, quienes entregaron al país la represa siniestrada y generando zozobra en las comunidades colindantes al proyecto, sin embargo los héroes y heroínas de esta historia son los trabajadores y trabajadoras que con tesón, disciplina y amor, valores que nos caracterizan como antioqueños, entregaron extensas jornadas laborales, dejando incluso a sus familias por semanas o meses para que podamos hoy celebrar que Hidroituango con éxito comenzó a entregarle energía a los Colombianos.

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