Calma, señor presidente electo

Ecopetrol es la empresa insignia de los colombianos, la joya de la corona que ha generado los mayores niveles de ventas de la industria colombiana, para el año 2021 creció en ingresos operacionales el 83,39 % y dejó 16,6 billones de pesos en utilidades, diez veces superior a las utilidades del año 2020. Es la gran compañía del País, pese a la incertidumbre arrojada por el presidente electo sobre el futuro de la exploración y explotación petrolera en Colombia y su propuesta de giro del sector energético hacia las energías limpias. Lo anterior es relevante si se tiene en cuenta que el 88,49 % de la participación accionaria de la nacional petrolera es propiedad de entidades estatales, y tan sólo un 11,57 % del componente accionario está en manos de inversores particulares.

Frente al anterior escenario es a penas natural que, el Gobierno Nacional sea el encargado de controlar los cuerpos directivos de la petrolera, en atención a que se trata de una Sociedad de Economía Mixta, de carácter comercial, constituida como sociedad anónima del orden nacional, adscrita al Ministerio de Minas y Energía, según Ley 1118 de 2006 que modificó la naturaleza jurídica de Ecopetrol. Huelga destacar por tratarse de una sociedad de economía mixta de carácter comercial, Ecopetrol como cualquiera otra sociedad comercial debe regirse por los estatutos societarios que constituyen su piedra angular. En reciente Asamblea de Accionistas se modificaron los estatutos sociales de Ecopetrol en el sentido de ampliar el término de permanencia de los miembros de la junta directiva de dos años a cuatro años, lo que significa en la práctica que la actual junta directiva elegida en 2021 tendrá permanencia hasta el año de 2025. Reforma social que forma parte del ejercicio de la autonomía de la que gozan las asambleas de accionistas en las sociedades anónimas con base en los principios del gobierno corporativo y sus prácticas internacionales.

Esta reforma estatutaria motivó a que el presidente electo publicara en la red social Twitter un mensaje del siguiente tenor: “No nos reten (sic). El voto popular es mandato. Quiero producir un consenso (sic) pero no doblegar el voto popular que quiere energías limpias. El propietario público elige libremente sus miembros en las empresas que los representen. Es la representación del pueblo”. El anterior mensaje en tiempos de inflación y devaluación acelerada del peso colombiano frente al dólar en índices históricos, con tendencia a lograr mayores niveles devaluatorios y de hiperinflación, no sólo se puede interpretar como un mensaje de amenaza para el gobierno corporativo de Ecopetrol si no que ocasionará mayor precariedad en el mercado de divisas y desconfianza inversionista en la economía nacional. De nada sirven los esfuerzos del ministro de hacienda designado y de los asesores económicos del presidente electo, si éste de manera desaforada y hasta populista carente de tacto de estadista realiza este tipo de declaraciones que para nada se compadecen con la realidad del País y el buen curso de Ecopetrol.

El señor presidente electo debe demostrar y enviar mensajes de calma para ante la actual crisis económica mundial. Administrar una entidad petrolera estatal cuya dirección ha sido exitosa en los últimos tiempos, lo evidencian los balances contables, no debería ser un acto de populismo, ni de redes sociales convocando al pueblo a tomar el control de ésta; empero su deber funcional como primer magistrado del País es el respeto por la ley. Su deber es garantizar el pleno ejercicio del gobierno corporativo de la estatal petrolera, y en virtud de ello, respetar las dinámicas corporativas de accionistas mayoritarios y minoritarios, es decir, El Estado y los particulares, respectivamente. Lo que funciona, no debería cambiarse.

Calma señor presidente, ya suficiente zozobra hay en la industria petrolera con sus equívocas declaraciones sobre la terminación de la exploración petrolera y las declaraciones de la ministra del ambiente designada sobre la prohibición de la técnica de fracking en el territorio nacional. Señor presidente electo: ¡Un llamado a la mesura y a las justas proporciones! Ecopetrol es una sociedad comercial de economía mixta, y pese a la gran participación del Estado, no le queda bien al primer burgomaestre electo lanzar palabras que se leen amenazantes y sin sentido alguno. El pueblo elige desde la esquina de las emociones, pero no sabe administrar, ni dirigir empresas, porque de ser así, Colombia sería un país de empresarios.  No olvide que su contendor para la segunda vuelta obtuvo 10.580.412 votos que también son de ciudadanos, Usted no gobernará únicamente para los 11.281.013 de ciudadanos que le eligieron.

Los representantes de las juntas directivas deben ser elegidos según las reglas estatutarias. El gobierno corporativo es claro y permite que la administración técnica y correcta de la estatal petrolera siga dando fruto, pero no vaya a poner a la primera línea y al sindicalismo a dirigir a Ecopetrol. Claro es, que si Usted fuese empresario no le daría a quienes no están preparados la dirección de su empresa. Acalle los ánimos y compórtese, por favor, con la dignidad que ostentará como futuro presidente de Colombia en el marco de la Constitución y la ley.

 

 

 

 

 

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