Carta al presidente Petro por la reforma a la Policía

Este domingo 7 de agosto es un día histórico. Por primera vez, Colombia tendrá un gobierno de izquierda, conformado por exmilitante del M-19 que le apostó a la paz y una mujer que representa la mayoría de la población colombiana. La fórmula Gustavo Petro y Francia Márquez supo analizar el momento político, marcado de protesta y de violencia policial. Ante ello, publico esta carta pública por la reforma policial.

Presidente Gustavo Petro:

Compartimos el anhelo de construir y consolidar una Policía democrática y para la paz, que sea cercana a la ciudadanía y que genere confianza. En ello hemos venido trabajando en la construcción de una reforma democrática a la Policía en los últimos dos años de la mano de víctimas, jóvenes, familiares de violencia policial, policías, organizaciones sociales, organizaciones de derechos humanos, ciudadanos que han hecho aportes en la página web www.reformapopularalapolicia.com. Los comentarios realizados por la ciudadanía se consolidaron en una matriz para su posterior discusión, análisis e inclusión en el articulado.

Se trata de una “wikiley”, una ley discutida y construida a varias voces, que pretende reformar popular y estructuralmente a la Policía Nacional de Colombia. Dicha reforma no sólo es valiosa por su articulado, sino también por su proceso, el cual ha sido colectivo, abierto y participativo.

Asimismo, se habilitó un mecanismo de recolección de firmas físico y virtual, a través del cual se recogieron más de 70.000 firmas. Fruto de este proceso, el 9 de septiembre de 2021 radicamos en el Congreso de la República la iniciativa de “Reforma a la Policía Ya”.

Por medio de esta carta, Presidente, invitamos a apoyar e impulsar los siguientes puntos sobre la reforma popular a la policía.

  1. Apoyar la Iniciativa Popular Legislativa de reforma a la policía. Esta propuesta es ella misma un mensaje, lo que queremos de la Policía es lo que representa la reforma: por un lado, es un proyecto construido desde conversaciones amplias, diálogos populares y con quiénes han sido tradicionalmente excluidos y violentados. Por otro lado, permite armonizar los distintos proyectos de reforma a la Policía, de todos los actores interesados. Se trata de armar un rompecabezas para construir una visión compartida de la policía.
  2. Pasar a la Policía Nacional al orden político civil. Se deberá crear un Ministerio de la Seguridad Ciudadana y de la Confianza, que garantice la ausencia de una disciplina castrense, el ejercicio de funciones esencialmente preventivas y la diferencia funcional entre las fuerzas militares y la Policía.
  • Garantizar condiciones dignas para la Policía en términos laborales, profesionales y psico-sociales.
  1. Eliminar la posibilidad de que la jurisdicción penal militar sea el fuero competente para investigar, juzgar y sancionar a los autores de violaciones de derechos humanos, de conformidad con los estándares de la Corte IDH. Esta posibilidad intensifica la impunidad.
  2. Desmontar el ESMAD y crear una nueva división antimotines, que solo intervendrá una vez agotadas las instancias de diálogo y concertación, y cuyos miembros contarán con una formación y entrenamiento especial con énfasis en el manejo de entornos complejos.
  3. Integrar a la formación como al entrenamiento policial una doctrina democrática para la paz y, además, una construcción abierta y transparente de las propuestas pedagógicas. La construcción de la doctrina debe abrirse al diálogo con incidencia de la sociedad civil: instituciones académicas, organizaciones de derechos humanos, víctimas y expertos.

Esta es la oportunidad de implementar una promesa de la Constitución: ampliar la participación ciudadana, teniendo en cuenta que la soberanía recae en el pueblo. Esta Reforma Popular y Estructural a la Policía, por lo tanto, sería un mandato ciudadano para la paz.

Con un abrazo gigante de admiración,

Diego Andrés Cancino Martínez

Concejal en Formación

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