La culpa no era de Falcao

Una de las cosas que me alegraron del profe Néstor Pekerman en lo que tiene que ver con la participación de la Selección Colombia en la Copa América, es que inteligentemente en el partido con Argentina les demostró a los comentaristas de fútbol, que los malos resultados de un equipo de balón pie, no son responsabilidad de un solo integrante sino de todo el equipo.

Fue muy inteligente de parte del profesor Néstor Pekerman, el no poner al jugador Radamel Falcao García a jugar el partido con Argentina desde el comienzo, porque de no ser así, estoy seguro de que el matoneo que venían ejerciendo contra el jugador de fútbol algunos comentaristas como Cesar Augusto Londoño por ejemplo, no lo hubiese parado nadie.

Es por casos como estos que a veces me pregunto cuál es la razón de ser de un comentarista de fútbol, si la de analizar un partido de futbol, haciéndole entender a la audiencia el juego que se está dando en las canchas o más bien buscar un blanco de críticas para caerle sin ninguna compasión.

Lo anterior lo digo porque ese parece ser la constante en quienes en Colombia ejercen este oficio. Recuerdo que en el momento en que se buscó un técnico extranjero para que dirigiera el equipo durante las eliminatorias para el pasado mundial de fútbol en Brasil, las críticas sobre Néstor Pekerman no pararon, sino hasta el momento en que como director de la Selección les demostró que sabe lo que hace. Pero la cosa no se quedó ahí, James Rodríguez también fue víctima de estos señores, y de no ser porque el jugador demuestra que él llegó a esta vida para dominar un balón de fútbol, en estos momentos estaría en el banquillo de los pensionados gracias al veneno de estos señores.

Como era de esperarse en esta Copa América no hubo excepción. El blanco de críticas esta vez, fue el jugador de fútbol Radamel Falcao García, a quien prácticamente le estaban indilgando la responsabilidad del mal juego de Colombia en el torneo, olvidando que los resultados en el balón pie, dependen del rendimiento de todo un equipo y no de una persona.

También parece que se olvidan que es necesario que un jugador de fútbol cumpla un tiempo de adaptación y acoplamiento al equipo con el que va a jugar. No más basta con recordar que James Rodríguez tuvo que cumplir con esta especie de requisito para encontrarse con el juego de grupo en el Real Madrid. Luego entonces no es comprensible, la manera como pretenden acabar con Falcao García, sin darle el compás de espera necesario para que Radamel demuestre que aún tiene potencia para mantenerse en el lugar que ocupa en la Selección Colombia.

Es increíble que con tal de encontrar un culpable, olviden que Falcao viene de recuperarse de una lesión bastante fuerte, y que acaba de salir de una temporada en el Machester United, que para el debió ser la peor pesadilla de su vida, al estar bajo la dirección de un técnico de futbol que no confió nunca en su talento y que por tanto no le dio la oportunidad de lograr un buen rendimiento en el equipo.

Afortunadamente el profe Pekerman le salió a las críticas con una jugada bastante astuta, es decir, dejando por fuera del juego con Argentina a Radamel durante el primer tiempo. Suficiente espacio para que otro como Jackson Martínez demostrara lo que supuestamente, según los señores comentaristas “él no podía lograr”, es decir el gol. La pregunta es: ¿lo hizo?. La respuesta es muy sencilla, no, porque los errores venían desde la defensa, pasando por los volantes, hasta llegar al delantero. Si de atrás no viene bien, es imposible que adelante se vean los resultados.

Por otro lado es bueno que en lugar de estar buscando culpables, se les pida a los jugadores de la Selección Colombia tomar en serio cada torneo en el que se participa, porque por la manera de actuar, parecería que lo único que les importa es jugar bien para un mundial, y tan importante es el mundial de futbol, como lo es también una Copa América. Eso es analizar con objetividad y no con pasiones, responsabilizando a alguien por lo que hagan 11 personas. Eso no es serio.

Es precisamente por esa falta de análisis serio y objetivo, es que pienso que en lugar de cambiar jugadores y técnicos en la Selección Colombia, deberían cambiar a los comentaristas de fútbol que en cada torneo que se juega, en lugar de realizar análisis, destilan veneno.

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