ESG: una historia de sordera gubernamental en Colombia

Las siglas ESG, que responden en inglés, a las palabras Enviromental, Social y Governance, en la práctica, hacen referencia a los factores que convierten a una compañía en sostenible a través de su compromiso social, ambiental y de buen gobierno, sin descuidar nunca los aspectos financieros.

El origen de este acrónimo se remonta a los inicios de la década de los 2000 y ha sido el resultado de la evolución de lo que se conocía como Inversión Socialmente Responsable (ISR). Pero va más allá de lo que conocíamos como ISR, ya que tiene un enfoque holístico de todos los procesos de una compañía, permitiendo ver el alcance del impacto que trasciende al negocio. (Deloitte, diciembre 14, 2021)

La inversión ambiental, social y de gobernanza (ESG) ha visto un rápido a nivel mundial. La relevancia de los criterios ESG para las empresas y los inversionistas está clara. Sin embargo, los gobiernos no se han puesto al día. Los mandatarios deben comprender por qué ESG es relevante para ellos y cómo deben responder.

Ignorar estos temas no es una opción. Cada vez más, ESG es un punto de diferenciación que afecta competitividad tanto para los países como para las empresas. El desempeño en sostenibilidad se ha convertido en un asunto clave, y los gobiernos que no luchan explícitamente con estos problemas, corren el riesgo de que otros dicten cómo se evaluará su desempeño.

Existe una oportunidad real en Colombia.  Hay niveles para respaldar informes, acciones y estrategias ESG. Elevar el nivel de rendimiento, comunicar el éxito a diferentes audiencias y brindar claridad a los inversionistas. Estas acciones también ayudan al gobierno a construir su marca y su atractivo para la inversión. Pero hay muchas rutas posibles a seguir, y puede ser fácil que los Estados se pierdan en el camino, o inviertan tiempo en esfuerzos ineficaces.

¿Por qué los gobiernos deberían interesarse en esto? 1) Porque se cruza con la protección de las personas, la sociedad y el medio ambiente.  ESG conecta con el mandato del gobierno de proteger a las personas, los aspectos sociales y las estructuras institucionales y el medio ambiente. A medida que los gobiernos promulgan o cambian la legislación, los reglamentos y las políticas que rigen las emisiones, el uso del agua, gestión de residuos, salud y seguridad, equidad de género o gobernanza (como algunos ejemplos), hay efectos colaterales para las empresas.

2) Una porción grande y creciente de inversionistas globales usa factores ESG para decidir dónde colocan su dinero. En la medida que los gobiernos apoyen un ESG claro en su divulgación y un sólido desempeño de estos criterios, impulsan la competitividad, inversión (adquisiciones) entre las empresas. También ayuda a los fondos de inversión a contar una mejor historia, cuando se trata de atraer inversión extranjera directa.

3) Porque afecta la calificación crediticia del gobierno y los costos de endeudamiento. No son solo las empresas las que reciben las calificaciones ESG; cada vez más, también son las jurisdicciones. En los últimos años, las principales agencias de calificación crediticia e investigación de inversiones como Moody’s, S&P, Fitch y MCSI han comenzado a aplicar factores ESG en sus evaluaciones de riesgo de los gobiernos a nivel municipal, regional y nacional. Sus calificaciones ESG afectan directamente la calificación crediticia del gobierno, la capacidad para asegurar el financiamiento y los costos de endeudamiento.

¿Qué pueden hacer los gobiernos? 1) Apoyo fuerte y consistente en los informes ESG que, en términos gubernamentales, seria apoyar los informes y reportes al público. Hay un papel para el gobierno en la construcción de ESG sólidos e informes consistentes. Esto proporciona a todas las partes un lenguaje compartido y marco, para que puedan hablar más fácilmente entre ellos y cuentan una historia común mientras compiten a nivel mundial.

2) Subir el nivel de desempeño ESG. Tanto las empresas como las Estados son juzgados por su desempeño ESG, y los dos están íntimamente relacionados. Subir el listón implica utilizar datos y políticas para incentivar el alto rendimiento, crear condiciones más atractivas para los inversionistas y las partes interesadas.

3) Comunicar la historia ESG. Para que un desempeño sólido se traduzca en beneficios, el gobierno necesita garantizar que los datos y la información relevantes para que los informes y criterios ESG sean accesibles a audiencias interesadas, tanto en términos de ser fáciles de encontrar, como de ser fácil de usar.

4) Proporcionar claridad en criterios ESG y su aplicación, pensando en los inversionistas y el público. Esta es una herramienta para ayudar a los inversores a evaluar el riesgo de inversión financiera y oportunidad. Las agencias del Estado tienen un papel muy importante, en proporcionar claridad y establecer reglas sobre los criterios ESG, al igual que con otros reclamos financieros. Esta claridad a su vez aumenta la confianza de los inversionistas, y atraerá mas capital hacia el país.

Sin embargo, el gobierno colombiano no entiende estos criterios, a pesar de sus buenas ideas sobre sostenibilidad y de “Colombia: Potencia mundial de la vida”. El gobierno no ha comprendido que en lugar de irse en contra del empresariado colombiano afirmando que habrá “democratización, (que no se sabe qué significa, y confunde a los mercados), que van a cerrar las operaciones mineras (y al día siguiente MinHacienda sale a desmentir), o que para un cambio en la salud, deben acabar todo lo que existe. Los criterios ESG son el campo ideal donde ambas partes, Gobierno de Colombia y empresariado, pueden sentarse a discutir programas, acciones, o reformas que apunten a la sostenibilidad y la protección de la población.

Lo mejor de este tipo de criterios es que traerían un beneficio para ambas partes como es la inversión extranjera y la llegada de capitales a Colombia, los cuales seguirían los estándares ESG que la administración Petro y el sector privado acordasen. Estas inversiones seguirían apoyando el crecimiento del sector privado, y el gobierno aportaría a sus metas ambientales y sociales, sin desfinanciar o poner en riesgo operaciones empresariales en el país.

La administración Petro en vez de enviar mensajes contradictorios o en contra del sector privado, puede acercarse a través de criterios ESG, los cuales son aceptados a nivel mundial por mercados, gobiernos e inversionistas. Los países nórdicos (siempre ejemplos en Colombia) han adoptado esta óptica, y vemos su éxito.

No es necesario refundar a Colombia por medio de la terquedad. El presidente Petro y sus funcionarios, deben dejar la sordera ante voces, acciones y plataformas que pueden ser utilizadas tanto para alcanzar las metas de la Colombia Humana, y al mismo tiempo, apoyar al sector privado.   

Juan Camilo Clavijo

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