La educación sexual corresponde a los padres

Foto:Pexels

El Progresismo, corriente ideológica llevada a la práctica política, ha logrado en muchos países poseer el poder y también ejercerlo de manera radical para cambiar todo. Según el sociólogo francés Michel Foucault (1926-1984) la cuestión del poder no era poseerlo: Era ejercerlo. El progresismo sí que ha sabido ejercer el poder en forma esperpéntica, al punto que, más que un avance constituye un sufrimiento propio de una estética horripilante, la libertad mutó su belleza por la fealdad, constituida hoy en la cara de la libertad. Como todo debe ser cambiado, el Progresismo pretende que los hijos y su educación sean una potestad estatal y no un derecho de los padres en el seno de la familia. Según las tesis progresistas, le corresponde al Estado la educación de los niños, y por esa vía hacer realidad el ideal de los absolutistas del pasado, meterse entre las sábanas de los ciudadanos y tener borregos que serán sus futuros electores. Lamentablemente, dichas ideas no son exclusivas de los gobiernos y partidos políticos progresistas hispanoamericanos, la Organización de Naciones Unidas por intermedio de su Fondo para la Infancia, UNICEF, como organismo supranacional encargado de la educación dentro del marco de la Agenda Mundial 2030, propala ideas sobre la estatización de los hijos, por medio de documentos oficiales como “Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad, un enfoque basado en la evidencia”. https://www.who.int/docs/default-source/reproductive-health/isbn-978-92-3-300092-6.pdf?sfvrsn=eba2c2c9_8

La ministra española de Igualdad, Irene Montero (1988), estuvo de visita oficial en Colombia, se reunió con el presidente de la República y altos funcionarios del Gobierno colombiano con el fin de trabajar en la agenda feminista y antirracista que comparten los gobiernos de España y Colombia, empero, también forma parte de la agenda progresistas de la ministra de la Igualdad española y del presidente de Gobierno español, Pedro Sánchez (1972), y del Gobierno colombiano la educación sexual de niños y jóvenes. La moda progresista que todo lo quiere convertir en “ismo” para volverlo derecho, incluye también el derecho de los niños para tener sexo consentido. Así como se lee, la ministra de Igualdad española es una de las impulsoras del “derecho” de los niños a tener sexo consentido, como lo expresara frente a medios de comunicación cuyos apartes se transcriben: “Todos los niños, niñas y niñes de esta País (España) tienen derecho, tienen derecho, (…) que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no quieren, si ellos no quieren, (…) (niños, niñas y niñes) tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas eso sí en el consentimiento”.  https://www.youtube.com/watch?v=B8tfHuztlto

En ese orden de ideas ¿Qué se puede esperar para el bienestar de nuestros niños si la agenda progresista para la educación sexual, propalada por UNICEF reconoce la masturbación infantil como un derecho de los niños, y el Gobierno español aliado programático del Gobierno colombiano apoya el derecho de los niños a tener sexo consentido? ¿Qué posición oficial tendrá el Gobierno colombiano al respecto, en especial la ministra de educación, la vicepresidente colombiana y el director de la Dian que en un trino del 03 de marzo de 2022 afirmo: “Que los niños son bienes públicos y que por lo tanto el Estado debería subsidiar su crianza (…)”? https://twitter.com/luiscrh/status/1499467124850503681?lang=es.

El Progresismo se equivoca de cabo a rabo. Los niños no son del Estado, menos son bienes públicos, son miembros de las Familias, células básicas de la sociedad, e hijos de sus padres, por ende, su educación y en especial la educación sexual les compete única y exclusivamente a los padres, no al Estado. El Progresismo ideológico se configura en una peste que socava las sociedades con un exacerbado populismo, y de paso traslapa principios naturales, valores y tradiciones. Ojalá los padres de familia, los directores de los planteles educativos, los docentes de corazón no se dejen llevar por los vientos traicioneros del cambio que traerán sufrimiento y desesperanza. Ya la Corte Suprema de Justicia de Colombia colocó su granito progresista al reconocer que los adolescentes mayores de 14 años y menores de 18 años pueden entrar en uniones maritales de hecho sin permisos de sus padres (Sentencia SC 3535-2021, 18 de agosto de 2021). El Progresismo sagazmente traza líneas para modelar las generaciones futuras de ineptos ciudadanos. El mundo va mal y los ciudadanos no se ayudan, dormitan intoxicados de Progresismo.

 

 

 

 

 

 

 

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