Las Juntas de Acción Comunal en acción

Los partidos, movimientos y candidatos a elección popular de las variadas líneas ideológicas están aceitando sus maquinarias locales y regionales para acaparar las elecciones de octubre en las que se elegirán, ediles, concejales, alcaldes, diputados y gobernadores. Una tarea en la que sin lugar a dudas las Juntas de Acción Comunal (JAC) jugarán un papel trascendental a la hora de orientar entre sus comunidades votos por determinado aspirante y una estrategia para seguir consolidando el proyecto político del Pacto Histórico.

Siendo honestos con los lectores y a juicio personal, el nombre o sigla de las comunales produce recordación o impactos ad portas de elecciones, especialmente locales o regionales, o en su defecto, como se les viene calentando el oído, por parte del Presidente, Gustavo Petro, al ofrecerles en sus discursos el estatus de contratistas con el Estado. “Vamos con toda al contrato público con la misma comunidad. No solo ollas comunitarias o vías terciarias, también comunidades energéticas y comunidades de conectividad”.

El primer mandatario criollo, como buen político profesional sabe la poderosa influencia de los líderes en sus comunidades barriales, locales y regionales, por lo que su apuesta de respaldar sin miedo a estos influyentes micro-poderes es un papel trascendental captando miles de votos en las elecciones de octubre, para seguir consolidando su proyecto evidenciado en cámaras altas y bajas del Congreso. Una jugada estratégica, que de ser consolidada, le puede generar grandes réditos de posicionamiento al Presidente y una fuerte reputación como Partido a su Pacto Histórico.

No obstante, la literal tarea ‘sucia’ de organizar, convocar y reunir a cientos de vecinos políticos o apolíticos en salones comunales, que en su gran mayoría se encuentran en condiciones bastante precarias y sin un mantenimiento acorde a los servicios que presta para recibir o agasajar a un candidato, se convierte en una acción electoral clientelista (…instrumento de dominio de clase. Al repartir bienes escasos de un Estado pobre, se convierte en fuente de poder para los partidos que obran como intermediarios entre el Estado y la población a cambio de apoyo electoral…) con precedentes históricos en el sistema electoral porque el organizador limosnea desde los refrigerios hasta una mejora de infraestructura en su cuadra, barrio o localidad, que es efectiva a largo plazo, si gana el aspirante, con plata del propio colombiano que paga impuestos.

Decía @DianaSaray, periodista de @CaracolRadio en una de las emisiones matutinas, palabras más, palabras menos que: ´a duras penas las salones comunales logran recursos para merecer una pintada´, referencia nada desproporcionada a la realidad de la gran mayoría de estas locaciones en el territorio nacional, pero teniendo en cuenta que existen, contado con los dedos de la mano, algunas con grandes éxitos en todos los frentes. Con este agite y desproporcionado calendario electoral es necesario, a la hora de hacer cuentas, la calidad y no la cantidad de JAC y sus verdaderos éxitos comunales alejados de las artimañas politiqueras, que a decir verdad, aumentan ese descontento por la generación de una verdadera cultura política de base.

Es legal que los líderes comunales reciban y expongan ante sus gentes a esos figurines de todas las ideas políticas en aras de un ejercicio democrático. Es decir, se hace necesario porque la gente debe mirar, oír y palpar a los que tienen buenas y negras intensiones. Las Juntas de Acción Comunal debe ser un trampolín diáfano para crear verdaderos seres comunitarios entregados por las urgentes necesidades de miles de comunidades, que en esencia, necesitan una mejor calidad de vida en los más mínimos hábitos de vida.

Seamos sinceros, las JAC se convirtieron en un fortín electoral aprovechado por los ediles, los concejales, los alcaldes, los diputados, los gobernadores y hasta los propios presidentes. Es una cadena clientelista que puede ser frenada en primera cuando el propio líder comunal le dé un freno en seco a la clase politiquera tradicional y a la que se huele dónde puede encontrar unos ‘voiticos’ a cambio de refrigerio barato.

Edgar Martínez Méndez Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar. @EdgarMMDircom

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