Sound of Freedom se ha convertido en el gran fenómeno cinematográfico del verano en los Estados Unidos. A partir del 31 de agosto la película estará disponible en las salas de cine de Colombia y de la mayoría de países en América Latina.
El filme sigue la historia de Tim Ballard -interpretado por Jim Caviezel-, un ex agente de la CIA que, cansado de ir tras la pista de pedófilos, cambia su enfoque para rescatar niños y niñas víctimas de trata con fines de explotación sexual en Cartagena (Colombia). El ruido que ha generado esta historia también la ha convertido en un campo de batalla político, dejando a veces en segundo plano la trama que narra.
Para empezar, Sound of Freedom lleva gestándose desde hace más de seis años y tuvo que superar una serie de dificultades para poder estar presente en salas de cine.
“La película quedó en el limbo cuando Disney compró Fox. Nos quedamos huérfanos y después llegó el Covid. Fueron muchos retos hasta que llegaron a salvarnos desde Angel Studios”, explica Jaime Hernández, productor ejecutivo de la película.
Angel Studios ha sido la productora encargada de mercadear el filme y convertirlo en un tema de relevancia para el cine a nivel mundial. Con un presupuesto de 14,5 millones de dólares, Sound of Freedom ya acumula una recaudación superior a los 180 millones de dólares y todavía falta más cuando se estrene en América Latina.
Desde el rol cinematográfico, era muy poco lo que los actores sabían acerca del producto final del filme. Muchos del talento colombiano involucrado no han podido verlo antes del estreno en Colombia.
@juliangmejia1 Voces de ‘Sound Of Freedom’ / ‘Sonido de Libertad’. 31 de agosto en salas colombianas #soundoffreedom #sonidodelibertad #cine #cinecolombiano #peliculas #peliculascolombianas
“Fue un casting duro, que exigía idioma inglés. No teníamos ni idea de qué trataba la película, solo la parte que nos dieron para el casting. No me imaginé que iba a ser tan grande y lindo el proyecto”, dice Mauricio Cújar, actor que hace parte del reparto de Sound of Freedom.
Cújar interpreta el personaje de Carne, uno de los antagonistas de esta historia. En especial, él lleva a cuestas un nutrido listado de personajes que han sido villanos en la televisión colombiana como el narcotraficante alias Don Berna, “Sombra” en El final del Paraíso o Braulio, el político corrupto de Pálpito, serie de Netflix que desarrolla una historia del tráfico de órganos.
“Tengo tres hijos varones de 17, 11 y 4 años. Es una tristeza que uno como padre la siente propia con los hijos de uno y no me gustaría pasar por ello. Pero en la actuación debemos tener los motores, que son los sentimientos que tenemos en una escena y los prendemos o apagamos como un carro. Más que me atormenten estos personajes, es cómo está la consciencia mía ante estos problemas y qué puedo hacer para mejorarlos”, explica Cújar.
El caso de Cújar es el de un actor con una amplia trayectoria en varias producciones y con experiencia en este tipo de historias. Sin embargo, la mayoría de los protagonistas de Sound of Freedom son niños. Trabajar con ellos en una temática tan sensible como la trata de personas supuso un reto extra para la dirección.
“Desde que empecé mi carrera llevo trabajando con niños. Es muy difícil porque tienes el tiempo muy limitado. Trabajar con Lucas y Cristal fue una gran bendición porque son grandes actores los dos”, expresa Alejandro Monterverde, director de la película.
Tanto Lucas Ávila como Cristal Aparicio vieron el filme seis años después de haberlo rodado. Ella hizo su papel a los 11 años y él a los 7 años. Ambos hicieron su debut en la pantalla grande con Sound of Freedom.
“Fue mucha nostalgia vernos así chiquitos y por fin la gente puede recibir la película. Lloré un montón. Con Rocío (su personaje) nunca terminé afectada. Aprendí mucho de ella, porque fue una persona muy valiente; y a pesar de lo que vivió, siempre tuvo la fe de ser rescatada”, expresa Cristal, mientras que Lucas apunta: “Mi personaje me brindó experiencia y gracias a él y a la película pude madurar y avanzar como persona. Hice lo que pude y siento que lo hice bien”.
Como propuesta visual, Sound of Freedom centra en la iluminación el protagonismo del subtexto que implementa. Siempre se denota cómo la luz intenta penetrar planos oscuros, una metáfora al papel de Tim como la única esperanza que los niños secuestrados tienen para salir de esa situación.
“Yo creo que todos como seres humanos somos inocentes y al crecer a veces los golpes nos quitan de cierta forma esa inocencia. Este tipo de terror a un niño realmente es una violación, es robar la inocencia que es lo más sagrado de un niño”, señala Monteverde.
A pesar del tema, subtexto y tono que plantea la película, la preparación psicológica de los niños para sus papeles fue muy cuidadosa. Incluso ellos resaltan algunos momentos divertidos que tuvieron a lo largo del rodaje en Cartagena.
“Hacía mucho calor y me acuerdo que nos consentían mucho. Había ventiladores y paletas, pero solamente las podíamos comer después de grabar. Nos daba el ataque de niñez de comerlas y cuando íbamos a grabar teníamos la lengua pintada. Nos regañaron un montón, pero era muy gracioso”, recuerda Cristal.
Por su parte, Lucas destaca que además de haber aprendido con su papel sobre la problemática de la trata de personas y en su carrera como actor, Sound of Freedom le dejó amistades invaluables. “Tener a Cris es como tener la hermana mayor que nunca tuve”, dice.
El sonido de la libertad es el de las risas de los infantes. La película abre con Rocío tocando una melodía con la que también se cierra la historia. Tras el éxito alcanzado, las personas involucradas en el largometraje esperan que el mensaje llegue a los políticos y personas en el poder para que pongan el foco en la trata de personas.
No obstante, han sido varios los comentarios negativos que carga el proyecto por sus marcadas referencias religiosas a lo largo de su desarrollo y también por la masiva promoción que ha tenido de parte de grupos y organizaciones conservadoras.
“Lo que les puedo decir es que vean la película. Creemos que esta es una de las pocas temáticas sociales que quedan sobre la mesa donde no importan las preferencias políticas o convicciones religiosas. Dudo mucho que haya gente a favor del tráfico de niños y de la explotación sexual. Si logramos dejar a un lado ese ruido y le dan oportunidad, la película va a tocar sus corazones”, expresa Hernández.
El éxito en taquilla de Sound of Freedom se magnifica si tenemos en cuenta que cuando fue estrenada en Estados Unidos tuvo que competir contra franquicias gigantes como Indiana Jones y Misión Imposible. En América Latina deberá competir contra producciones de la talla de Gran Turismo o Ascenso al Límite. ”Hay hambre de películas que proponen temáticas importantes, que te dejen en un estado de reflexión”, concluye Monteverde.
Le puede interesar: “Queríamos que la gente sintiera que el conflicto nos había pasado a todos”: Julián Díaz, director de ‘Somos Ecos’
*Foto: Cortesía