Anatomía de las VPNs. ¿Qué debería tener una buena VPN?

Las VPN online se encuentran entre las herramientas de ciberseguridad más importantes de los últimos años, y son excelentes a la hora de proteger los datos que enviamos y recibimos online. VPN significa ‘Red Privada Virtual’, y esencialmente se trata de una herramienta que redirigirá tu conexión a internet a través de un túnel encriptado que hará que tu información solo pueda ser leída por ti y por tus destinatarios o remitentes, es decir, las webs que visitas, tus plataformas de streaming favoritas o las personas con las que te escribes por correo o por tus apps de mensajería, entre otras.

Al haber una gran variedad de VPNs disponibles en el mercado, puede resultarte difícil elegir la tuya si no cuentas con experiencia previa en su uso. Por eso conviene recordar algunos de los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de seleccionar la VPN ideal para proteger tu conexión, incluyendo los siguientes:

1. Privacidad

El objetivo de una VPN es garantizar tu privacidad, así que esta es una característica esencial que debería tener cualquier VPN del mercado. Además de ser capaz de encriptar tu conexión de forma robusta, también debería poder redirigirla a través de una amplia red de servidores para ocultar tu IP. En este sentido, resulta muy importante que cuente con un kill switch, es decir, una herramienta de seguridad que te desconectará si en algún momento falla la conexión VPN, de manera que tu IP real nunca quede al alcance de las webs que visitas.

2. Una buena variedad de ubicaciones de servidores

Una VPN que únicamente cuente con un puñado de servidores en tres o cuatro países te resultará muy poco útil, no solo porque sus servidores terminarán siendo predecibles y serán fácilmente detectados por la mayoría de las webs, sino porque una de las principales ventajas de las VPNs pasa por la posibilidad de conectarnos a través de servidores de muchos países diferentes para acceder a contenidos geo-restringidos o a precios más ventajosos a la hora de hacer compras o contratar servicios online.

En este sentido, cuanta mayor sea la variedad de servidores disponibles en una VPN, mayores posibilidades tendremos de encontrar un servidor adecuado para lo que queramos hacer en cada momento, sobre todo en el caso de que necesites navegar desde una IP de un país en específico.

3. No ser gratuita

Pese a que existen docenas de VPNs gratuitas en el mercado, es muy importante tener en cuenta que la única herramienta que tienen estas VPNs para financiarse son tus datos privados. Con una VPN de pago, es tu suscripción –y la de muchos otros millones de usuarios– la que sostiene la plataforma, pero una VPN gratuita necesita financiar sus costes operativos de alguna manera, y esa no es otra que facilitar tus datos a terceros con fines publicitarios o de otra índole.

Este tipo de VPNs gratuitas contravienen por completo su propósito, de ahí que resulte esencial evitarlas y elegir en su lugar una VPN de pago, aprovechando por ejemplo alguna de sus muchas ofertas económicas para nuevos usuarios.

4. Velocidad

Finalmente, es muy buena idea que elijas una VPN que tenga una excelente velocidad en todos sus servidores, no solo porque agilizará tu navegación web, sino porque de otro modo no la podrás utilizar para las tareas más exigentes con tu conexión, como el streaming de video y música. Ten en cuenta que una VPN normalmente reducirá en un pequeño porcentaje tu velocidad de conexión debido al proceso extra de encriptar y desencriptar tus datos, así que una VPN lenta puede ralentizar tu navegación en exceso y resultar inutilizable en la práctica.

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