¿Bailarán los Verdes el Asereje con Clara López?

Resulta muy triste ver, como en política con tal de subirse a la tarima ganadora, se toma el camino de sacrificar a quien en nombre del partido o movimiento político presenta su nombre a consideración de un electorado.

En el 2002 sucedió con el exministro Juan Camilo Restrepo a quien los congresistas conservadores obligaron a renunciar a su candidatura, porque preferían apoyar a quien comenzaba a liderar las encuestas de preferencias electorales, es decir a Álvaro Uribe Vélez, y el mismo hecho parecía repetirse ahora con Carlos Vicente de Roux, a quien algunos dirigentes Verdes querían sacrificar para adherir a la campaña de Clara López para la Alcaldía Mayor de Bogotá.

Por fortuna hubo personas que como la senadora Claudia López y las representantes Angélica Lozano y Ángela María Robledo, exigieron al partido ser coherente en su manera de actuar. No resultaba justo con una persona como el concejal Carlos Vicente de Roux, quien tiene una hoja de vida impecable, sacrificarlo desde ya, para darle vía libre al apetito burocrático, la misma práctica que ahora llaman “Acuerdo Programático”, de algunas personas en la colectividad Verde.

Tampoco resulta coherente que se pretenda ser una alternativa de poder, consolidando propuestas diferentes y ejerciendo buenas prácticas en la política como es el querer de personas como Claudia López, Angélica Lozano, Antonio Sanguino o Ángela María Robledo y se hagan propuestas encaminadas a tejer acuerdos mezclándose con personajes como Jaime Dussan y Carlos Romero, que son personajes de quienes no se tiene la mejor impresión.

¿Que pretendían entonces personas como Iván Leonidas Name y Carlos Ramón González? ¿Bailar acaso el Asereje, esta vez con Clara López?; ¿Acaso tenían ya una serie de peticiones para montarse en la campaña del Polo Democrático?

En la eventualidad de que estos señores llegasen a responder, con toda seguridad dirán que no, que todo se reduce a un “Acuerdo Programático”, pero que pena señores, permítanme utilizar un dicho popular: No nos crean tan bobos.

No le salió gratis a la ciudad el apoyo del samperismo a Samuel Moreno Rojas, para posteriormente armar todo una asociación para delinquir, dirigida desde adentro del Polo Democrático con la participación de contratistas, algunos concejales conservadores, de la U, Cambio Radical y liberales, y tampoco creo que el posible apoyo que se estaba armando a favor de Clara López, sea por amor a Bogotá. Qué pena, pero en este mundo no hay almuerzos gratis y mucho menos en política.

Aclaro eso sí, que esta opinión no la estoy haciendo con el ánimo de favorecer la candidatura de Carlos Vicente de Roux, quien merece toda mi admiración y respeto, porque si algo ha demostrado este candidato, es que cuenta con una hoja de vida respaldada por la rectitud y ética que a muchos políticos en este país les falta.

Sencillamente con esta columna quiero hacer un llamado a quienes conforman un partido con el ánimo de rescatar la ética y la política, y resultan tejiendo acuerdos que van en contravía de los principios con los que se fundamentó la creación de este, que fue la razón que llevó a Antanas Mockus a separarse de los Verdes, luego de que Enrique Peñalosa aceptara el apoyo de Álvaro Uribe, quien representaba las malas prácticas que desde el partido se rechazaban en el año anterior.

No es posible que ahora se pretenda subirse también a la tarima ahora con Clara López y bailar con ella el Asereje, así como en su momento lo hicieron Peñalosa y Lucho Garzón con Álvaro Uribe, y de paso meter a Carlos Vicente de Roux en el baile, cuando él fue una de las personas que denunciaron el Carrusel de Contratación de Samuel Moreno, junto con toda la red de politiquería y clientelismo que en ese momento conformó la izquierda en Bogotá, de la que Clara López, de quien no tengo la menor duda de su rectitud, por cuestiones de conveniencia política, no se atreve a desligarse.

Por ahora, Carlos Vicente de Roux podrá ejercer su campaña, pero como en política nunca se sabe en qué van a terminar las cosas, puede correr el riesgo de que más adelante se le obligue a renunciar, para como bien lo dije antes, se les permita a algunos Verdes bailar el asereje, esta vez con el Polo Democrático.