Colombia no debería hablar del Chapo Guzmán

Aunque el tema de moda a nivel internacional es el Chapo Guzmán y sus posibles nexos con personajes de la política mexicana y estrellas del espectáculo como la actriz Kate del Castillo, el país menos indicado y con menos autoridad moral para seguir esta tendencia en todo el continente americano es Colombia.

Al parecer a los colombianos se nos olvidó los escándalos en los que se han visto nuestras estrellas del espectáculo (modelos, actrices y cantantes), lo mismo que periodistas y políticos, no solo por sostener relaciones sentimentales con narcos y paramilitares, sino porque al igual que Sean Penn, cuando se trata de publicar entrevistas a personajes bien sean del mundo oscuro o de la política en Colombia, estos también piden que se les muestre con anterioridad.

Este actuar no solo es exclusivo del Chapo Guzmán, porque como bien sabemos en nuestro país hay centenares de casos similares, luego entonces uno no entiende con qué autoridad moral salimos a criticar y hacer señalamientos sobre la actriz Kate del Castillo, cuando aquí la modelo Natalia Paris por ejemplo, se ha visto envuelta en varios escándalos porque al parecer ha estado involucrada con narcotraficantes, lo mismo que algunas reinas de belleza y actrices.

Que estos sea cierto o mentira, es algo que solo ellas lo saben, sin embargo lo que si no se puede negar es que los escándalos han sido de grueso tamaño y que la duda nos ha quedado a más de un colombiano, razón suficiente como para que en lugar de estar haciendo señalamiento sobre la vida de personajes de la farándula de otros países, mejor nos quedemos con la boca cerrada.

En lo que a periodistas respecta, tampoco somos el mejor ejemplo. Como tal voy a recordar los documentos encontrados por la Fiscalía con los que nos dejó la duda de si el entonces columnista del Espectador Ernesto Yamhure era un libre pensador o le estaba sirviendo de porta voz al paramilitar Carlos Castaño.

Ahora, si el enojo con Sean Penn, es porque este le permitió al narco mexicano, mirar la entrevista antes de su publicación, que pena con María Isabel Rueda, pero mejor quedémonos callados, porque lo primero que exigen algunos políticos en nuestro país para dar una entrevista, es que se les deje ver antes de ser publicada. En lo que si estoy de acuerdo con la columnista del diario El Tiempo, es en que es decisión de uno como periodista, si cede ante tal pretensión. Yo no lo hago así me caiga el mundo encima.

Dice María Isabel Rueda, en su más reciente columna del diario El Tiempo que ella no entrevistaría un personaje como el Chapo Guzmán porque “sentiría que el ‘Chapo’ está en control de la entrevista, por más berraco que uno se crea”, sin embargo a pesar de esta aclaración, la analista me dejó la impresión de que la verdadera razón por lo que no lo haría, es más por cuestiones “morales”.

Lo que me parece curiosidad es que nunca vi la misma crítica de parte de la analista a las entrevistas que en Colombia se hicieron a personajes del mundo oscuro en Colombia como la de Darío Arizmendi a Carlos Castaño; Claudia Gurisatti a Carlos Castaño y Yamid Amat a Raúl Reyes.

Por último en el caso de los supuestos nexos del Chapo con políticos mexicanos, tampoco deberíamos hablar, porque si de relaciones oscuras con la política se trata, nuestro país lleva la batuta en toda América Latina. No creo que sea necesario recordar que Colombia estuvo gobernada durante cuatro años por un presidente que fue puesto por el narcotráfico y ocho años por otro presidente que puesto por el paramilitarismo.

De manera entonces que nuestro país en lugar de estar dando clases de moral, debería tratar de establecer mejores canales de comunicación con el resto de países vecinos para mejorar la cooperación entre la comunidad de América Latina para fortalecer la lucha contra el crimen transnacional.

Qué pena pero insisto, Colombia no tiene ningún tipo de autoridad moral para criticar a personajes en otras naciones por los vínculos que pueden existir entre ellos con la ilegalidad en estos países.