Opinión. De la misma manera como el Procurador reacciona demostrando afecto y amor inagotable por Álvaro Uribe Vélez, debería también actuar cuando algún suceso en Colombia, involucra a ciudadanos del común que requieren la presencia constante de una entidad que los defienda.
De la misma manera como el Procurador reacciona demostrando afecto y amor inagotable por Álvaro Uribe Vélez, debería también actuar cuando algún suceso en Colombia, involucra a ciudadanos del común que requieren la presencia constante de una entidad que los defienda ante la negligencia y falta de competencia de algunas entidades públicas por ejemplo.
No sé si Alejandro Ordoñez se esté proyectando como el futuro presidente del Centro Democrático o para hacer parte del directorio azul, representando el ala ortodoxa y recalcitrante que predica la filosofía conservadora de la Edad Media y que sueña con fusionarse con el Uribismo, para entre los dos diseñar una campaña a la Presidencia de la República en el 2018.
De otra forma uno no logra explicarse, como se relega a un segundo plano la defensa del ciudadano del común en casos por ejemplo con la pésima atención en salud de parte de los hospitales y las EPS´s; las altas tarifas de Electricaribe a los usuarios en la Costa Atlántica, etc. por dedicarse a servir de abogado del diablo, ante los señalamientos que se hace sobre la persona del senador Álvaro Uribe.
Pueda que el procurador Alejandro Ordoñez crea que Álvaro Uribe Vélez, es el “Gran Colombiano” y que cuenta con las calidades morales y éticas necesarias para ser un eterno gobernante. Sin embargo, lo que si resulta increíble es que se utilice a una entidad para perseguir a quien se atreva si quiera a dudar del expresidente y ahora Senador de la República.
Podrá Ordoñez gustar de Uribe, aunque las actuaciones de este demuestren que sus calidades morales y éticas van por un lado y el por el otro, pero no le queda ni regular pretender destituir a Iván Cepeda de su cargo de senador de la República, utilizando como pruebas, las declaraciones de dos ex paramilitares.
No dice pues Álvaro Uribe Vélez, que no se puede creer en los señalamientos de alias don Berna, por venir de los labios de un criminal de alta gama. Como entonces si hay que creerles a otros paramilitares también de alta gama que acusan al contradictor político del expresidente. ¿Es que acaso hay criminales malos y criminales buenos?.
Hasta donde sé, criminal es criminal, punto. Si bajo ese argumento no se le puede creer a don Berna, bajo el mismo argumento tampoco se le podría creer a otro. Mucho menos podrían ser válidas las declaraciones para tomarlas como prueba necesaria para juzgar disciplinariamente a Cepeda.
Resulta lamentable el mensaje que envía la Procuraduría General de la Nación, porque entonces se confirmaría que la oposición y la diferencia de pensamiento en Colombia, no tienen garantías, lo que resultaría grave para un país que se jacta de ser la democracia más antigua en Suramérica.
Los ciudadanos del común son quienes necesitan los buenos oficios de la Procuraduría General de la Nación, porque es para ellos que se crea la entidad, no para defender a una persona en particular, que de paso sea dicho, tiene los recursos necesarios para contratar a los mejores abogados para que le ayuden a defenderse. El ministerio Público no se hizo para proteger políticos que simpaticen con la cabeza de esta entidad, cosa que parece olvidar Alejandro Ordoñez y mucho menos para perseguir a quienes se atrevan a discrepar y a dudar de Álvaro Uribe.
Si la idea de Ordoñez es ganarse el afecto de Uribe, perfecto que lo haga, pero que por lo menos se espere a terminar su periodo como jefe del ministerio Público. Creo que sería lo más ético que puede hacer, ya que tanto le gusta la “ética”.