Indecente su idea Señor Presidente

Si la idea de eliminar la Ley de Garantías hubiese salido de la cabeza de algún congresista, seguro que no hubiese tomado por sorpresa a la opinión pública y a las entidades que desde la sociedad civil hacen vigilancia a los comicios electorales, al fin de cuentas, si en algo se ha caracterizado el legislativo en Colombia, es en esperar la oportunidad para caer sobre las finanzas públicas y hacer de ellas lo que mejor les parezca.

Pero desafortunadamente la idea salió de la cabeza del Presidente de la República, o por lo menos fue él quien la presentó ante la opinión pública y la ha defendido en los últimos días.

No sé si el Primer Mandatario se ha dado a la tarea de pensar con cabeza fría lo que pasaría en el momento en que esta norma desaparezca del mapa. No sé si no es consciente de que esto es como ponerle en bandeja de plata las finanzas públicas en municipios y departamentos a quienes saben que podrán utilizarlas a su libre antojo para a través de alguna maroma legal, hacer política para sus candidatos a concejos y alcaldías, con la plena seguridad de que nadie los va a vigilar, porque evidentemente nadie está pendiente de ellos.

¿Cuándo llegará el día en que los gobiernos en Colombia, dejen de presentar propuestas e ideas para el corto plazo?. Parece que no se hubiesen dado cuenta que para cada cosa que se debata y se apruebe, por pequeña que parezca, debe dársele un tiempo prudencial para acomodar al aparato a esa nueva norma, cosa de que no produzca mayores traumatismos. Veo que en este caso el presidente del Senado José David Name parece más sensato que el mismo jefe de Estado.

Me pregunto si el presidente Santos se ha puesto a pensar que para que una idea como esta se pueda empezar a aplicar, es necesario fortalecer los organismos de control a nivel territorial, para que puedan vigilar y hacer el control sobre los recursos públicos como la ley lo exige, porque así como están en la actualidad, donde las contralorías y personerías locales hacen parte de la cuerda de los alcaldes y gobernadores, es muy complicado ejercer esta labor.

Ni siquiera aquí en Bogotá, se puede confiar, porque aunque Contraloría y Personería en estos momentos tienen la súper-lupa puesta sobre el alcalde Petro, parece que se olvidan de los concejales de Bogotá, por eso la mayoría de estos, no todos aclaro, hacen lo que se les viene en gana, porque no existe control sobre ellos, entre otras porque los titulares de estas entidades les deben su elección en el cargo, lo mismo que pasa en el resto del país. Entonces pregunto al Primer Mandatario, ¿Se puede confiar en una vigilancia electoral ejercida en estas circunstancias?.

¿De dónde le habrá salido tal idea al presidente Santos? O mejor aún ¿Quién le habrá aconsejado tal propuesta?. Me pregunto si el afán por ganar mayorías en las próximas elecciones para asegurar la implementación de los Acuerdos de Paz que se logran firmar en La Habana, sea la razón para poner las finanzas públicas en departamentos y municipios al libre manejo de la politiquería.

¿Se imagina usted señor presidente lo que podrían hacer personajes como Dilian Francisca Toro y Yahir Acuña, cuando inicien sus campañas a las gobernaciones del Valle y Sucre respectivamente, si esto se llega a aprobar?; ¿Será que los recursos de las alcaldías que estos manejan en sus departamentos no los van a utilizar a su favor?.

Ni manera de imaginarse que aplicarán la frase del exalcalde Mockus “Lo público es sagrado”, porque perdóneme señor Presidente, ese lema está muy lejos de las mentes de ellos, como pasa con todos o con la mayoría de quienes manejan las administraciones en lo local, y con ideas como estas señor presidente, lo único que hace es darle la oportunidad para que de manera abierta hagan lo que mejor saben hacer, politiquería desde las entidades oficiales en lo local.

Cambiando de tema, muy particular resulta que a uno de los eventos organizados para conmemorar el día de las víctimas del conflicto, se invite a un cantante como Maluma, que pinta a las mujeres en las letras de sus canciones como si estas fueran objeto sexual. ¿Qué pensarán las víctimas de la violencia sexual de guerrilleros y paramilitares?. ¿Estarán de acuerdo?.