COLUMNA OPINIÓN No se puede pedir que todas las fallas del sistema político que tiene el país se solucionen en un solo debate, aunque sería lo ideal. Sin embargo, no puedo ocultar mi sorpresa, porque durante toda la discusión que busca darle aprobación final en el legislativo a la reforma de “Equilibrio de Poderes”, donde se han tocado temas bastante espinoso que tocan a las altas cortes, órganos de control y judiciales, nunca se mencionó o se consideró meterle mano al Consejo Nacional Electoral (CNE).
Justo en momentos como estos, que se empieza a hablar de candidaturas cuestionadas, es cuando se requiere de la acción de un órgano de control como el CNE, que investigue los recursos con los que se financian las campañas, y quienes están tras estos dineros. Sin embargo a juzgar por los resultados que hasta el momento arroja esta institución, bien se le podría calificar como inoperante, porque hasta la fecha no se le conoce una acción contundente que demuestre su efectividad en la vigilancia de las elecciones en nuestro país.
Estoy seguro de que si el CNE actuara con el rigor y la eficiencia que se requiere, investigando las campañas y no se limitara únicamente a revisar las contabilidades de estas, muchas veces arregladas y acomodadas, Colombia se hubiese evitada la financiación de grupos ilegales a candaditos al congreso y de autoridades locales, sin embargo, esto no se ha dado. El trabajo de este órgano ha sido bastante deficiente, por tanto considero necesario que el país piense en la necesidad que existe de revisar la composición de sus magistrados y la manera en como estos son postulados y elegidos.
La primera corrección que se debe hacer en este órgano es la postulación de sus magistrados, que son cuotas de los partidos políticos. No sé qué tan coherente sea, que los miembros del CNE sean militantes activos de sus movimientos, que muchas veces son puestos en la picota pública por cuenta de la entrega de avales a personas relacionadas con actores ilegales. ¿Será que las investigaciones que se hacen en contra de estas candidaturas son falladas en derecho?. Ya vimos lo que sucedió con el exgobernador de la Guajira Kiko Gómez, a quien el CNE le ordenó al Partido Cambio Radical restituirle el aval.
Es precisamente por lo anterior que sorprende bastante que en la Reforma al Equilibrio de Poderes y en las últimas dos reformas políticas que se han hecho, no se ha tocado la posibilidad de cambiar la naturaleza de este órgano, que no puede ser política, porque es un órgano de control y vigilancia, por tanto no es lógico, ni mucho menos coherente, que se dedique a cuidar los intereses de cada partido. Me pregunto si será por esto que en el Congreso de la República no se atreven siquiera a estudiarlo.
Ni siquiera los partidos de la oposición, es decir Alianza Verde, Polo Democrático y Centro Democrático hablaron sobre el tema ¿Conveniencia política?.
Esperemos a que se dé nuevamente un escenario de discusión en el que quepa una reforma al Consejo Nacional Electoral, que extrañamente no se tocó ni en la discusión de Equilibrio de Poderes, ni en la fallida Reforma a la Justicia. ¿Será que el CNE es el único órgano de control y vigilancia donde las cosas funcionan a las mil maravillas?. Si es así, ¿Por qué no se ven los resultados?