La final de la Copa Libertadores disputada en el estadio Santiago Bernabéu en la que River Plate ganó a Boca Juniors concluyó a altas horas de la madrugada de este lunes sin incidentes y con absoluta normalidad.
Fuentes del dispositivo de seguridad preparado para antes, durante y después del partido han señalado que la operación CABA, como así se bautizó el operativo en referencia al acrónimo de la ciudad de Buenos Aires, ha concluido sin “nada” que reseñar porque todo funcionó dentro de la “más absoluta normalidad“. Incluso las fuentes resaltan que surgieron menos problemas que los que pueden plantear otros partidos en España.
La operación CABA involucró a unos 4.000 efectivos, 2.054 de ellos policías nacionales, y ha permitido, entre otras cosas, detectar la llegada de radicales con antecedentes penales, en el mismo aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez.
Todo un éxito fue el acceso de los miles de aficionados al estadio madridista blindado por cientos de policías que establecieron tres filtros concéntricos de controles previos, en los que los asistentes eran registrados y se requisaban materiales que pudieran ser peligrosos.
A las felicitaciones por el trabajo de los policías nacionales que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, han hecho públicas en las últimas horas, se suman los sindicatos policiales SUP y UFP.
El portavoz del SUP, Ramón Cosío, ha enfatizado que, una vez más, ha quedado demostrada la “enorme profesionalidad” de la Policía Nacional y, en concreto, de todas las unidades que participaron en el dispositivo, desde los antidisturbios hasta los equipos de Caballería o efectivos de Información.
“Un ejemplo de la seguridad para toda España y para el resto del mundo”, ha añadido José María Benito, del sindicato UFP, que ha elogiado el trabajo “concienzudo” que se ha hecho en tan solo una semana. Además de felicitar a la Policía, Benito ha resaltado el buen comportamiento de los aficionados de ambos clubes “que han puesto todo de su parte para que fuera lo que tenía que ser un evento deportivo y nada más”.
Un éxito con significado
El éxito del despliegue, uno de los más amplios de la historia de una ciudad como Madrid, que ha acogido diferentes eventos a nivel europeo y mundial, supone un espaldarazo de gran calado para la futura candidatura que formará junto a Portugal y Marruecos previsiblemente, de cara al Mundial 2030.
Todo fue simbólico en una situación que le brindó de manera inesperada a Madrid y a España una oportunidad de reivindicarse como una opción segura para organizar eventos deportivos. Tras el ofrecimiento del Real Madrid, revelado por el presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, el Gobierno y la RFEF (Federación Española de Fútbol) dieron el ‘sí’ a una operación que ha resultado beneficioso en términos políticos.
El hecho de que sea precisamente Argentina (junto a Uruguay y Paraguay) parte de una candidatura enemiga para el Mundial de 2030 añade todavía más significado a una organización que se erigió como solución de última hora ante el quebradero de cabeza suscitado por los incidentes violentos a finales de noviembre y que pusieron en el foco los problemas originados por los barras bravas, bloqueados en la capital de España.