Quintero se viste de héroe y ayuda a River a alcanzar la gloria en el Bernabéu

River Plate es el campeón de la Copa Libertadores más histórica de siempre. En un Santiago Bernabéu engalanado los ‘millonarios’ se impusieron en la prórroga a Boca Juniors gracias a un disparo por toda la escuadra de Quintero y a una contra de Pitty Martínez. Antes, en el tiempo reglamentario, Benedetto adelantó a los ‘xeneizes’ antes de que Pratto empatase en la segunda mitad.

En un Bernabéu transformado en un cancha sudamericana, el partido comenzó con River dueño de la posesión pero Boca bien ordenado atrás intentado aprovechar su pegada. Pablo Pérez, tras un saque de esquina, tuvo la primera clara del encuentro, pero Armani atrapó bien su intento de volea.

Con el paso del primer cuarto de hora, ambos equipos fueron adaptándose al guion previsto, eso sí en un juego muy interrumpido por las continuas faltas de unos y otros. En las cercanías del minuto 27 Boca iba a tener la mejor hasta entonces. Ponzio perdió la pelota en la frontal del área y tuvo que tirarse ante Benedetto cuando este se quedaba solo. Amarilla al capitán ‘millonario’ y en la falta el ’18’ visitante disparó, pero su lanzamiento se le quedó muerto a Pablo Pérez que tras un toque en un defensor y en un compañero envió el balón fuera de la meta de Armani.

La más peligrosa de los ‘xeneizes’ que perdonaban mientras River seguía teniendo la posesión pero no las llegadas. Así iba a quedar el partido hasta el último instante de la primera mitad, cuando Boca tiró la contra con Nahitan Nández y Benedetto tras irse de la defensa en un maravilloso movimiento se quedaba solo delante de Armani para batirle a placer. El primero de la final que llegaba en las botas del ’18’ antes de irse al descanso y dar una ligera ventaja a los de Schelotto.

Con el regreso del túnel de vestuarios, River comenzó mas incisivo en sus llegadas y cerca estuvo de un penalti que reclamaron mucho los locales tras un choque de Andrada con Pratto que Cunha finalmente señaló como falta a favor de Boca. Tras esta llega, Gallardo dio entrada a Quintero por Ponzio para buscar más juego ofensivo. Un cambio al que respondió Schelotto con la salida del goleador Benedetto por Ábila.

Siguió en sus acercamientos River ante un Boca mucho más metido atrás que esperaba a la contra, pero en una de las internadas locales en el área. Nacho Fernández realizó una fantástica pared con Exequiel Palacios para ponerla atrás y que Pratto empujase a placer. El delantero ‘millonario’ ponía la igualada ante la euforia del Bernabéu que comenzaba otra final con 25 minutos por delante.

Ahí, ambos conscientes de lo que estaba en juego al más mínimo error, fueron más precavidos y aunque River siguió con la posesión, Boca buscó más llegadas en pases largos a la contra. Los ‘xeneizes’ tuvieron una muy clara en un libre indirecto dentro del área que Olaza estrelló contra la barrera, mientras que los ‘millonarios’ no podían internar sobre el muro visitante.

Gallardo dio entrada en estas a Mayada por Montiel y Schelotto a Gago por Pablo Pérez. Pero en los últimos minutos del tiempo regular, las piernas pudieron más sobre muchos jugadores y el encuentro se encaminó a la prórroga entre centros de ambos sin encontrar rematadores claros.

En el comienzo de la prolongación, Wilmar Barrios cometió un error de bulto y tras una falta muy clara en el centro del campo vio la segunda amarilla dejando a Boca con diez toda la prórroga. Esto obligó a Schelotto a cambiar su plan y Jara entró por Villa para reforzar la mermada defensa. Por parte de River, Gallardo introdujo a Álvarez por un Exequiel Palacios al que el cansancio estaba reduciendo su presencia en el medio.

Durante la primera mitad, River siguió llevando el peso del partido ante un Boca que casi no se acercó a la meta de Armani. El recién entrado Álvarez y Quintero tuvieron las mejores de los ‘millonarios’ pero Andrada no tuvo que intervenir para que continuase la igualada en los últimos 15 minutos.

Fue en la recta final, cuando las piernas más pesan y cuando más puede el corazón el momento en el que River desequilibró la balanza. Ante el acoso sobre su rival, Quintero recibió el esférico desde la frontal y tras un tremendo disparo colocó el segundo gol en toda la escuadra. Un golpe mortal del que Boca intentó reponerse con la entrada de Tévez, pero ni las subidas de Andrada ni la épica pudo con los ‘millonarios’ que hicieron valer su superioridad para hacer el tercero y definitivo en una contra donde Pitty Martínez se fue solo ante una portería si defensa.

No hubo tiempo más y River Plate celebró su cuarta Libertadores en el césped de Madrid ante un Boca Juniors que rompió a llorar por la oportunidad perdida. Los ‘millonarios’ recordarán para siempre esta fecha del 9 de diciembre de 2018 que ya es histórica por cómo se ha dado y cómo se ha llegado hasta ahí.

Por Adrián Arranz para nuestro aliado Ecodiario.ElEconomista.es

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