El Real Madrid no ha pasado del empate ante el Real Valladolid en su puesta en escena en el Santiago Bernabéu. Karim Benzema adelantó a los blancos en el minuto 82, pero cerca del 90 llegó el empate obra de Sergi Guardiola. Los de Zidane, claramente de más a menos, echaron en falta la presencia de un rematador de garantías.
La primera parte de los de Zidane fue bastante aceptable. Todos los jugadores se movían por todo el campo con una gran participación. Ritmo alto y tan solo faltaba una cosa: el gol. El gran problema de la temporada pasada. Las ocasiones se fueron incrementando y desde todos los lados.
James, la gran novedad en el once de Zidane, dispuso de varias ocasiones, pero ninguna fue entre los tres palos. Estuvo muy participativo el colombiano, pero con el paso de los minutos fue perdiendo fuelle. Benzema, Isco y Bale lo intentaron también sin fortuna.
Aún así, el equipo estaba dando la talla y no se partía en las transiciones defensivas, algo que sucedió en todos los partidos de la pretemporada. Tras el descanso, el Valladolid fue encontrando espacios y el Real Madrid empezó a dar más facilidades defensivas.
Zidane fue introduciendo cambios ofensivos y el equipo acabó partiéndose. Marcelo no bajaba, Vinicius, que entró por James, no encontraba su juego e Isco no estaba tan partipativo. El juego fue decayendo y el equipo recurrió a los centros desde las bandas que casi nunca encontraron rematador.
Jovic entró por Isco y en su primer contacto con el balón lo estrelló en el travesaño con un gran remate de cabeza. Ya no se vio nada más del serbio, que sigue sin estar conectado con sus compañeros. Benzema, como el año pasado, siguió tirando del carro del ataque blanco.
A falta de ocho para el final, un centro de Varane lo recogió Benzema en la frontal, para darse la vuelta y sacarse de la chistera un derechazo que se coló por el palo largo de Masip. A lo Cristiano, Karim volvió a rescatar a su equipo cuando más lo necesitaba.
Cuando buscaban los de Zidane más control del balón llegó el empate del Valladolid. Una jugada individual de Plano terminó dejando solo a Guardiola, que batió por bajo a Courtois. Los blancos no tuvieron tiempo para reaccionar y el partido terminó en empate. Una temporada después, el Real Madrid vuelve a las andadas.