El tenista suizo Roger Federer, número 3 mundial, se clasificó este martes para las semifinales del Open de Australia tras vencer en cinco sets al estadounidense Tennys Sandgren (número 100) después de salvar en el cuarto set siete puntos de partido.
El suizo de 38 años, que sufría visiblemente alguna molestia física, se impuso 6-3, 2-6, 2-6, 7-6 (10-8), 6-3, en un partido que duró cuatro horas. Esta trabajosa victoria se suma a los cinco sets y tres horas y 31 minutos que necesitó para derrotar en la tercera ronda del torneo al australiano John Millman.
“Hoy tuve una suerte increíble, fui mejorando mi juego a medida que avanzaba el partido y que disminuía la presión”, declaró Federer que salvó tres puntos de partido cuando perdía 5-4 y luego otros cuatro, tres de ellos consecutivos, en el tiebreak de ese reñido cuarto set.
“Hoy no merecía la victoria, pero aquí estoy y evidentemente muy contento”, agregó Federer. “Solo me dije: creo en los milagros”, comentó al referirse al momento en el que la derrota parecía inevitable.
Tanto más cuanto que este martes no estuvo bien físicamente. “A veces uno se siente raro. Sentía un dolor en la ingle, mi pierna se tensaba un poco. No me gusta recurrir al médico, no me gusta mostrar mis debilidades”, declaró Federer.
En el segundo y tercer set, Federer se puso nervioso y discutió con el árbitro a propósito de una advertencia. Luego pidió una pausa médica y abandonó la cancha cuando iba perdiendo 6-3, 2-6, 0-3.
Apabullado en el segundo y tercer set, el suizo ganó milagrosamente el cuarto set y en el quinto recuperó su magia tenística para sentenciar el partido.
“Habrá que jugar mejor en semifinales, porque sino seguramente tenga tiempo para ir a esquiar”, bromeó Federer al hablar en la cancha, inmediatamente después del partido. En la siguiente ronda, se enfrentará al ganador del duelo entre Novak Djokovic y Milos Raonic.