La ceremonia a los mejores del fútbol en el Teatro Escala de Milán, tuvo como característica premiar a los mejores de la temporada. Megan Rapinoe, mejor jugadora, campeona del mundo con Estados Unidos, Jürgen Klopp, mejor entrenador, campeón de Champions con Liverpool y Jill Ellis, mejor entrenadora, campeona del mundo con Estados Unidos. La excepción a este grupo de ganadores fue la elección del futbolista masculino y el once ideal.
Lionel Messi fue elegido por delante de Virgil van Dijk, campeón de Champions con Liverpool y Cristiano Ronaldo, campeón de Serie A con Juventus y de la La Liga de las Naciones de la UEFA con Portugal. Pese a que el argentino ganó La Liga con Barcelona y fue goleador en el mismo torneo, además de la Champions, no bastó para llevar a su equipo a la final y con Argentina en Copa América, apenas consiguió el tercer puesto.
Individualmente Lionel Messi es un fuera de serie, de los mejores de la historia, no obstante, su temporada con Barcelona y Argentina tiene más oscuros que claros, en las competiciones más importantes de la temporada no consiguió llegar a la final y su Copa América fueron más declaraciones disonantes que otra cosa. Ya habíamos vivido otras polémicas ceremonias del mejor de la temporada según la FIFA, cuando en enero de 2011, la ‘Pulga’ fue elegido por delante de Xavi Hernández y Andrés Iniesta, los dos españoles campeones del mundo o en enero de 2014, cuando Cristiano Ronaldo fue ganador por encima de Lionel Messi, y Frank Ribery, este último campeón de Champions con Bayern Múnich.
De lo sucedido en la noche de Milán, también generó mucha polémica algunos jugadores del once ideal, que hayan elegido a Sergio Ramos como mejor lateral derecho, Marcelo como mejor lateral por izquierda y Luka Modric como uno de los mejores centrocampistas es algo inexplicable. Real Madrid tuvo una temporada vergonzosa, Sergio Ramos no juega de lateral hace años, Marcelo fue un verdadero desastre, ni lo convocaron a la Copa América de Brasil y Modric… al igual que sus compañeros, nada que ver con el ganador del The Best del año pasado.
Sigo sin entender algunas determinaciones de la FIFA o sus criterios de selección del mejor (capitanes, entrenadores y periodistas sin otro criterio que su gusto u opinión) su ranking de selecciones o las sedes de los mundiales, sin embargo, es evidente que hay otro tipo de intereses, intentar queda bien con todo el mundo, característico de su presidente, que en muchas ocasiones ha ido en contra de la calidad del espectáculo.