En el partido de vuelta por octavos de final de Copa Libertadores entre Boca y Atlético Mineiro lo de menos fue el resultado. El VAR y las peleas extrafutbolísticas fueron protagonistas en la serie, al punto de que la fuerza pública y el aparato judicial de Brasil tuvo que intervenir.
Finalmente, Atlético Mineiro venció a Boca por penales 3-1. Ambos compromisos acabaron 0-0, pero de nuevo un gol anulado por el VAR al ‘Xeneize’ de visitante costó el primer brote de violencia con una pequeña pelea en la cancha.
Aunque en al transmisión se vio cómo los entrenadores de ambos clubes se saludaron al acabar la tanda de penales, empezaron a surgir una serie de videos de agresiones y versiones contradictorias entre argentinos y brasileños.
Lo que dicen desde Boca
“Boca ganó los dos partidos y quedó afuera, algo nunca visto que un equipo gane dos partidos se quede afuera… No sé si ustedes ven lo mismo que yo. Saben que fueron goles, los de Boca lo saben, los de otros equipos también. Es lamentable, vergonzoso, no es serio. Cuando no te cobran los goles podés jugar todo el día y no te dejan pasar. No nos dejaron pasar… Tengo que ver al presidente de Atlético Mineiro tirando botellas y me quieren dejar detenidos a algunos jugadores. Estamos muy tristes pero contentos de que el equipo ha jugado como se debe, tanto en nuestra casa como en Brasil”, fueron las declaraciones de Juan Román Riquelme, vicepresidente de Boca.
Sin embargo, además del presidente de Atlético Mineiro lanzando una botella con agua a la delegación argentina, también se ve como el tumulto de integrantes ‘xeneizes’ agreden a la seguridad y logística del estadio lanzando vallas, botellas -y en el caso de Marcos Rojo– un extintor además de los puños y patadas.
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Versión de Atlético Mineiro
“Terminado el partido, los jugadores de Boca bajaron por el túnel y se dirigieron al vestuario de visitantes. Unos minutos después, los jugadores y el cuerpo técnico de los argentinos abandonaron el escenario y, en un bloqueo, se dirigieron hacia el vestuario de los árbitros. Los guardias de seguridad de Galo y Mineirão intentaron, sin éxito, contenerlos. Los argentinos decidieron entonces invadir el vestuario de Galo, donde había jugadores y comisión. Incluso el presidente Sérgio Coelho intentó evitar la invasión para proteger a los profesionales del Atlético. En el camino, atacaron a todos los que encontraron frente a ellos, además de romper bebederos y barandillas. Las autoridades llegaron después de algún tiempo y ahuyentaron a los agresores con gas pimienta. El saldo fue de heridos, afortunadamente ninguno de gravedad. Incluso hubo un intento de agredir con una barra de hierro al director deportivo de Mineiro, Rodrigo Caetano. La Policía arrestó a algunos jugadores y miembros del comité técnico de Boca. Luego de una larga negociación, mediada por el presidente Sérgio Coelho, la delegación argentina se dirigió a la comisaría para registrar un informe de incidente por depredación de bienes y agresión. Nadie será detenido”.
8 integrantes de la delegación de Boca Juniors fueron detenidos: los futbolistas Javier García, Sebastián Villa, Carlos Izquierdoz, Carlos Zambrano y Marcos Rojo, el entrenador de arqueros Fernando Gayoso, el ayudante de campo Leandro Somoza y del Consejo Raúl Cascini.
Ellos fueron acusados por daño a bien privado y agresión. Saldrán librados pagando una fianza y este miércoles la delegación regresaría a Argentina, donde les preocupa haber roto la burbuja y deberían guardar cuarentena.
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