Por: Julián A. Gómez Mejía – @_juliangm
Hubo una clave del planteamiento de Carlos Queiroz y fue una presión con mucho vértigo a los chilenos que solamente duró en los primeros 10 minutos de cada tiempo. Tristemente, esa idea no se mantuvo en los 90 minutos y Reinaldo Rueda terminó siendo más sagaz.
Parte de las fallas de la ‘Tricolor’ en la generación de juego se debió a la superioridad numérica en la mitad de la cancha. Arturo Vidal, Erick Pulgar y Charles Aránguiz superaron el dúo de Wilmar Barrios y Matheus Uribe -que a pesar de que no tuvieron mal partido- no tuvieron la capacidad de generar ese primer pase para que James Rodríguez promoviera alguna idea de juego y así surtir balones a Roger Martínez y Falcao García.
En el primer tiempo era clara la intención de Chile en el ataque de Jean Beausejour y Alexis Sánchez, quienes por capacidad se doblegaron a un Stefan Medina que no contó con el respaldo de Juan Guillermo Cuadrado, aunque en el segundo tiempo se corrigió un poco en esta tarea.
Con el mediocampo a merced de los chilenos, los laterales en Colombia fueron muy vulnerables, prueba de ello fueron los goles que a Chile le anuló el VAR; el primero de Eduardo Vargas nació de un centro por la banda de Medina y el segundo de Vidal nació de un centro por el costado de William Tesillo.
Rueda estuvo más acertado en la forma que manejó el compromiso, su equipo marchaba tan bien que solamente hizo un cambio (Esteban Pavez por José Fuenzalida); mientras que Queiroz apeló a sus tres modificaciones, sustituyó posición por posición con Luis Díaz y Duván Zapata por Martínez y Falcao respectivamente, el único cambio táctico que hubo fue el de Matheus Uribe que es más volante mixto, por Edwin Cardona, apostándole a la creación.
El cambio de Cardona no surtió efecto porque a esa instancia del compromiso la ‘Tricolor’ solamente tenía a Barrios para quitar balón y sin dominio del balón los cafeteros no son contundentes. Por otro lado, Chile con Pulgar, Vidal y a veces Aránguiz, contenía bien las variantes ofensivas de Colombia.
Total, todo quedó echado a la suerte de los penales donde la pregunta que sigue rondando es ¿Por qué William Tesillo y no Duván Zapata? Alguna respuesta medianamente lógica es que Zapata a pesar de ser goleador y de estar en racha, no es un nato cobrador de penales. En su carrera ha pateado 5 penales, 2 de ellos los falló y al lateral ya se le había visto cobrando bien en definiciones con Independiente Santa Fe. Al final hasta en eso superaron a Colombia, los chilenos hicieron cobros impecables y obviando el de Tesillo, a Cuadrado casi le frustran su intento.
Quizá pudo haber más presión a la defensa chilena si iba Zapata de inicialista o si jugaba Arias y Borja, quienes tienen más vértigo que Medina y Tesillo. Lo único irrebatible es la superioridad que tuvo Chile en todos los aspectos sobre Colombia.
El panorama de Colombia no es malo, resta mucho por trabajar, hay una nueva idea de juego con algunos jugadores nuevos para recomponer y apuntar al objetivo de la Copa América en el 2020 en la que Colombia es sede con Argentina y la exigencia será más alta. El saldo en términos generales no es malo con 3 victorias, un empate y la valla invicta en el campeonato.