Desde su etapa como futbolista, Marcelo Gallardo fue sinónimo de buen fútbol. Un volante creativo con una exquisita pegada, campeón con todos los equipos donde jugó, sus asistencias y sus goles los disfrutaron las hinchadas de River Plate, As Mónaco, Paris Saint Germain, DC United y Nacional de Montevideo. Pero más allá de su prolífica carrera como futbolista, lo que está logrando como entrenador, lo ubica como uno de los más ganadores de los torneos Conmebol.
Su primera experiencia como entrenador se dio inmediatamente después de su retiro, cuando Nacional de Montevideo lo oficializó en propiedad el 29 de junio de 2011. Con el ‘Bolso’ consiguió el campeonato uruguayo de 2011/2012 venciendo a su archirrival Peñarol que se quedó con el subtítulo. Pese a su victoria en el campeonato del debut, Gallardo no lo pudo emular en el plano internacional, sin embargo alcanzó un rendimiento del 64%, producto de 23 victorias, 7 empates y apenas 9 derrotas.
En junio de 2014, luego de la sorpresiva dimisión de Ramón Díaz, el ‘Muñeco’ fue nombrado entrenador del equipo de sus amores, con apenas seis meses al frente, consiguió su primer título, la Copa Conmebol Sudamericana frente a Atlético Nacional y eliminando en semifinales a Boca Juniors. Primer galardón para el ‘Millo’ en esta competición.
Al año siguiente, prosiguió la cosecha de títulos. Luego de alcanzar la Recopa Sudamericana frente a San Lorenzo, en ese primer semestre también disputó la Copa Libertadores. Aunque tuvo una primera fase difícil, logró clasificar a pesar de su irregularidad, teniendo que enfrentarse nuevamente a Boca Juniors, el equipo de mejor rendimiento. Con gol de penal del uruguayo Carlos Sánchez, el ‘Millonario’ se fue adelante en la serie, en el partido de vuelta, los jugadores de River Plate salieron al terreno de juego para disputar la parte complementaria, pero el juego fue suspendido por ser arrojado gas pimienta en la boca túnel del equipo visitante.
A pesar de la accidentada clasificación, River Plate tuvo un alto rendimiento en las siguientes fases y logró conseguir el título, derrotando a Tigres de Monterrey, equipo al que ya había enfrentado en la fase de grupos. 19 años después, la ‘Banda Cruzada celebraba una nueva Libertadores. Ese 2015, también obtuvo la Copa Suruga Bank, derrotando al Gamba Osaka de Japón y finalizaron la temporada con el subtítulo del mundial de clubes, perdiendo la final frente a FC Barcelona.
El 2016 empezó nuevamente con títulos, River derrotó a Independiente Santa Fe por la Recopa Sudamericana, a mitad de año consiguió el primer título local de su país, obteniendo la Copa Argentina frente a Rosario Central. En 2017 fue semifinalista de Copa Libertadores, perdiendo la oportunidad de luchar el título frente a Lanús.
Iniciando la temporada 2018, River y Boca se enfrentaron nuevamente, esta vez por la Supercopa Argentina, el partido finalizó 2-0, tercer enfrentamiento contra el ‘Xeneize’, tercera victoria de Gallardo. Ese año, River siguió con su gran nivel en Copa Libertadores y clasificó a la final, derrotando a Gremio de Porto Alegre. Otra nueva final para Gallardo y nuevamente se cruzó Boca en su camino, la denominada final del siglo se tuvo que definir en el Santiago Bernabéu por la violencia an tes del juego en el Monumental y con goles de Lucas Pratto, Juan Fernando Quintero y Gonzalo Martínez, consiguió la cuarta Libertadores.
Anoche en la Bombonera, semifinal de Libertadores, el encuentro definitivo, con una ventaja de 2-0 conseguida en el Monumental, Gallardo y sus hombres necesitaban mantener la diferencia para su tercera final continental en cinco años. A pesar de los intentos del equipo ‘Xeneize’, apenas consiguieron reducir la distancia a un gol. Gallardo logró una verdadera hazaña, derrotar su archirrival en todos los enfrentamientos directos y su tercera final en 4 años.
Este River Plate, el que descendió, el que pasó del infierno a la gloria en menos tiempo del imaginado, tiene un prócer, el segundo más ganador de la historia del ‘Millonario’, apenas superado por el legendario Ángel Labruna. Marcelo Gallardo sigue escribiendo su historia con letras doradas y está a un paso del tricampeonato de la Libertadores. Estamos frente al renacer futbolístico más importante de la historia del fútbol, con un comandante liderando el frente de batalla.