Un grupo de ciudadanos de Bogotá y el municipio de La Calera solicitaron a la Corporación Autónoma de Cundinamarca, suspender el contrato de concesión de aguas subterráneas que la multinacional Coca-Cola usa para la elaboración de sus productos.
Esta concesión se ha venido renovando año tras año a partir de 1983, cuando se le permitió a la multinacional por un término de 10 años, usar industrialmente las aguas que brotan en los predios El Nogal y Buenavista, en una vereda de La Calera.
Un informe elaborado en 2010 señaló que el caudal de los manantiales que surtían el agua embotellada con la marca Manantial, distribuida y comercializada por la multinacional Coca Cola – Femsa, se había reducido aparentemente por sobreexplotación, por uso de infraestructuras de recolección de alto impacto.
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El documento estableció que Coca Cola estaba usando más agua de lo que estableció la concesión firmada.
La comunidad considera que el agua que se está llevando la empresa para su actividad comercial, la región la está necesitando. Desde febrero de 2024, el municipio de La Calera anunció el inicio de un racionamiento de agua por reducción del caudal de la quebrada San Lorenzo, la principal fuente de abastecimiento.
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