la Región Administrativa y de Planeación Especial, RAP-E Región Central, celebra la aprobación de 92 millones de dólares por parte del Fondo Mundial del Clima para fortalecer la segunda fase del corredor Sumapaz – Chingaza – Guerrero, un proyecto vital para garantizar el agua en la sabana de Bogotá.
El proyecto denominado “Ordenamiento alrededor del agua y adaptación climática en el paisaje Chingaza-Sumapaz- Guerrero- Guacheneque (Corredor Páramos)” para recuperar y conservar estos ecosistemas de alta montaña será fundamental para la seguridad hídrica del centro del país.
“El proyecto actual cofinanciado por el Ministerio de Ambiente con la RAP-E Región Central por 92 mil millones de pesos, a través del Fondo para la Vida y la Biodiversidad, es un proyecto que irá hasta el 2026, y este proyecto del Fondo Mundial del Clima, hace parte de los cupos financieros que tiene Colombia en alianza con Conservación Internacional, y que puede seguir después del 2026 para mantener el esfuerzo de restauración ecológica”: expresó Susana Muhamad, ministra de Ambiente, durante la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP29).
La iniciativa que tiene como propósito promover el ordenamiento territorial en torno al agua y a la adaptación climática, a través de la recuperación de la cobertura natural de áreas degradadas en los ecosistemas de alta montaña, es también liderada por la Gobernación de Cundinamarca.
‘Corredor de Páramos’, contempla formular el plan de manejo del Parque Natural Regional Vista Hermosa de Monquentiva, acompañar el registro ante Parques Nacionales de 30 reservas naturales de la sociedad civil, adelantar procesos de restauración en 7.200 hectáreas y recuperar 1.800 hectáreas.
Esta segunda fase, corresponde a la continuidad del proyecto denominado “Ordenamiento alrededor del agua y adaptación climática en el paisaje Chingaza-Sumapaz- Guerrero- Guacheneque (Corredor Páramos)”. “Esto permitirá conservar áreas protegidas, restaurar 15 mil hectáreas adicionales, y apoyar a las comunidades locales a través de la reconversión productiva, asegurando la sostenibilidad hídrica y ecológica más allá del 2026. Es un corredor fundamental que permite lograr estabilizar la provisión de agua para la sabana de Bogotá”, anunció la titular de la cartera de ambiente.