Los efectos combinados del calentamiento y la acidificación de los océanos podrían provocar una disminución catastrófica de la supervivencia de embriones de tiburón para el año 2100.
Es la conclusión de un estudio que también ha sido el primero en demostrar que la variación mensual de la temperatura desempeña un papel destacado en la mortalidad de embriones de tiburón.
El calentamiento y la acidificación de los océanos son causados por mayores concentraciones de CO2 que se disuelven en los entornos marinos, lo que da lugar a un aumento de las temperaturas del agua y una caída de los niveles de pH.
“Los embriones de las especies que ponen huevos son especialmente sensibles a las condiciones ambientales”, afirma Noémie Coulon, estudiante de doctorado en el Laboratoire de Biologie des Organismes et des Écosystèmes Aquatiques, Francia. “El éxito de la eclosión de los embriones es un factor crucial para la dinámica de la población. En el caso de las rayas y los tiburones, que tienen un ritmo de vida lento, las bajas tasas de eclosión podrían ser críticas para la renovación de la población”.
Los tiburones gato (Scyliorhinus canicula) son una de las especies de tiburón más abundantes en Europa. “El tiburón gato moteado ya está sufriendo una pérdida de hábitat en las zonas costeras, en particular durante los meses de verano, cuando la puesta de huevos alcanza su pico”, afirma Coulon.
La investigadora y su equipo compararon la supervivencia de embriones de tiburón gato en tres escenarios ambientales: un escenario de control que utiliza datos de temperatura y pH de referencia de los años 1995 a 2014, y dos que utilizan escenarios climáticos previstos para el año 2100 llamados Trayectorias Socioeconómicas Compartidas (SSP, por sus siglas en inglés), como se describe en el Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas publicado en 2021.
SSP2, conocido como el escenario de “Camino Intermedio”, representa un futuro en el que existe un progreso lento y no uniforme hacia la lucha contra el cambio climático, pero no se alcanza el cero neto, y predice un aumento de temperatura de 2,7 °C y una caída del pH de 0,2 para el año 2100.
SSP5, conocido como el escenario de “Desarrollo impulsado por combustibles fósiles”, representa un futuro en el que los recursos de combustibles fósiles continúan explotándose más rápidamente en todo el mundo, y predice un aumento de temperatura de 4,4 °C y una caída del pH de 0,4 para el año 2100.
Para evaluar el impacto de estos diferentes escenarios, Coulon y su equipo midieron el crecimiento del embrión y el consumo de yema en los huevos de tiburón gato moteado cada semana durante un período de 4 meses, mientras registraban el éxito de la eclosión y el crecimiento de los tiburones bebés supervivientes durante los 6 meses posteriores a la eclosión.
Si bien el equipo encontró una alta tasa de supervivencia tanto para el escenario de control como para el SSP2 (81% y 83% respectivamente), hubo una probabilidad mucho menor de supervivencia para el escenario SSP5. “Nos sorprendió la baja tasa de supervivencia observada en el escenario SSP5, con solo el 11% de los embriones eclosionando”, dice la Sra. Coulon. El equipo indicó que la mortalidad estaba relacionada con tasas más bajas de consumo de yema, tasas más bajas de crecimiento y falta de transición a branquias internas.
Esta investigación también destaca la importancia de la variación estacional de la temperatura, que puede aumentar significativamente la mortalidad durante los períodos críticos de puesta de huevos. “Esta mortalidad fue más pronunciada en agosto, coincidiendo con las temperaturas más altas (que alcanzaron los 23,1 °C), y durante una etapa del desarrollo en la que los embriones experimentan la reabsorción branquial”, explica Coulon.
Coulon y su equipo observaron que el 11 % superviviente no exhibía el patrón de crecimiento típico de los otros tiburones, lo que puede haber contribuido a su resistencia al cambio ambiental: “Lo que hace que estos individuos sean especiales sigue sin estar claro, pero al reconocer la variación interindividual entre los organismos marinos jóvenes, podríamos evaluar mejor el futuro éxito ecológico de las especies”.
Esta investigación ofrece tanto una seria advertencia como un faro de esperanza para las especies marinas. “En primer lugar, sirve como advertencia sobre las respuestas de otras especies que pueden ser incluso más sensibles al cambio ambiental”, explica Coulon. “En segundo lugar, nuestros hallazgos demuestran que el escenario SSP2 más moderado puede limitar el daño infligido a especies como el tiburón gato moteado, lo que nos da un incentivo positivo para reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero”.
Esta investigación se presenta en la Conferencia Anual de la Sociedad de Biología Experimental en Praga del 2 al 5 de julio de 2024.