El enorme cráter de impacto de Hiawatha, de 31 kilómetros de ancho, enterrado bajo un kilómetro de hielo de Groenlandia, se produjo pocos millones de años después del fin de los dinosaurios.
Esta nueva datación pone fin a las especulaciones de que el objeto que produjo el impacto llegó después de la aparición de los humanos y abre una nueva comprensión de la evolución de la Tierra en la era posterior a los dinosaurios.
Desde 2015, cuando los investigadores del Instituto GLOBE de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) descubrieron el cráter de impacto de Hiawatha en el noroeste de Groenlandia, la incertidumbre sobre la edad del cráter ha sido objeto de numerosas especulaciones, desde que podría el asteroide haber chocado contra la Tierra hace tan sólo 13.000 años, cuando los seres humanos ya habían poblado el planeta, o su impacto pudo haber catalizado un período de casi 1.000 años de enfriamiento global conocido como el ‘Dryas Reciente’.
Nuevos análisis realizados en granos de arena y rocas del cráter de impacto Hiawatha por el Museo de Historia Natural de Dinamarca y el Instituto GLOBE de la Universidad de Copenhague, así como por el Museo Sueco de Historia Natural de Estocolmo, demuestran que la respuesta es no. El cráter de impacto Hiawatha es mucho más antiguo. De hecho, un nuevo estudio, publicado en la revista ‘Science Advances’, señala que su edad es de 58 millones de años.
“La datación del cráter ha sido un hueso duro de roer, por lo que es muy satisfactorio que dos laboratorios de Dinamarca y Suecia, utilizando diferentes métodos de datación, hayan llegado a la misma conclusión. Por ello, estoy convencido de que hemos determinado la edad real del cráter, que es mucho más antigua de lo que muchos pensaban”, afirma en un comunicado Michael Storey, del Museo de Historia Natural de Dinamarca.
Otras afectaciones en la Tierra
“La determinación de la nueva edad del cráter nos ha sorprendido a todos. En el futuro, nos ayudará a investigar el posible efecto del impacto sobre el clima durante una época importante de la historia de la Tierra”, añade el doctor Gavin Kenny, del Museo Sueco de Historia Natural.
Como uno de los que ayudaron a descubrir el cráter de impacto Hiawatha en 2015, el profesor Nicolaj Krog Larsen, del Instituto GLOBE de la Universidad de Copenhague, se congratula de que ahora se confirme la edad exacta del cráter.
“Es fantástico saber ahora su edad. Hemos trabajado duro para encontrar una manera de datar el cráter desde que lo descubrimos hace siete años –señala el profesor Larsen–. Desde entonces, hemos realizado varios viajes de campo a la zona para recoger muestras relacionadas con el impacto del Hiawatha”.
Ninguna capa de hielo de un kilómetro de espesor cubría el noroeste de Groenlandia cuando el asteroide Hiawatha chocó contra la superficie de la Tierra liberando varios millones de veces más energía que una bomba atómica. En ese momento, el Ártico estaba cubierto por una selva templada y abundaba la vida salvaje, y las temperaturas de 20 grados eran la norma. Ocho millones de años antes, un asteroide aún mayor golpeó el actual México, provocando la extinción de los dinosaurios de la Tierra.
El asteroide se estrelló contra la Tierra, dejando un cráter de treinta y un kilómetros de ancho y un kilómetro de profundidad. El cráter es lo suficientemente grande como para contener toda la ciudad de Washington D.C. En la actualidad, el cráter se encuentra bajo el glaciar Hiawatha, en el noroeste de Groenlandia. Los ríos que fluyen desde el glaciar suministraron a los investigadores arena y rocas sobrecalentadas por el impacto de hace 58 millones de años.
La arena se analizó en el Museo de Historia Natural de Dinamarca calentando los granos con un láser hasta que liberaron gas argón, mientras que las muestras de roca se analizaron en el Museo Sueco de Historia Natural mediante la datación con plomo de uranio del mineral circón.
Todavía no hay pruebas claras de que el impacto de Hiawatha haya alterado el clima mundial, advierten. Sin embargo, la datación del cráter permite al equipo internacional de investigación que trabaja en él comenzar a probar varias hipótesis para comprender mejor cuál fue su impacto en el clima local y global.
Con 31 km de diámetro, el cráter de impacto Hiawatha es mayor que el 90% de los aproximadamente 200 cráteres de impacto conocidos hasta ahora en la Tierra. Aunque es mucho más pequeño que el cráter de impacto Chicxulub, de aproximadamente 200 km de ancho, situado en el actual México, que provocó la desaparición de los dinosaurios, habría devastado la región e incluso podría haber tenido consecuencias más amplias para el clima y la vida vegetal y animal.
Cuando se produjo el impacto de Hiawatha, hace 58 millones de años, la Tierra se había recuperado de los efectos catastróficos del impacto de Chicxulub ocho millones de años antes y estaba entrando en una tendencia de calentamiento a largo plazo que iba a durar unos 5 millones de años.