Hoy es el Día Mundial de las Ballenas y los Delfines, una fecha proclamada por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) con el fin de hacer un llamado a frenar la caza indiscriminada de estos animales.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Fundación Omacha se unen a ese llamado e invitan a los colombianos a avistar responsablemente estos animales, a través de los servicios que prestan los negocios verdes verificados por la cartera ambiental.
“Somos afortunados al ser, no solamente el segundo país con mayor biodiversidad del mundo, sino un gran anfitrión para la visita de animales como las ballenas jorobadas. Invito a los colombianos a que avistemos las ballenas y los delfines con responsabilidad. Para eso, desde el Minambiente recomendamos a los negocios verdes de turismo de naturaleza que prestan estos servicios”, aseguró el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa.
Un cuerpo robusto, aletas extremadamente largas, que incluso llegan a tener un tercio de su tamaño total, una cabeza ancha con una quilla o pliegue de piel central y una serie de tubérculos que se extienden también a la mandíbula, son algunas de las características que tienen las imponentes ballenas jorobadas que por estos días visitan las aguas del Pacífico colombiano.
Estos enormes animales hacen parte del grupo de los cetáceos conocidos por tener glándulas mamarias y por verse obligados a salir a la superficie para inhalar un poco de aire fresco. El cuerpo de las ballenas jorobadas puede alcanzar los 15 metros de largo y su peso sobrepasa las 30 toneladas.
Las ballenas jorobadas, principalmente, se alimentan de crustáceos y peces pequeños. Además, para solventar sus necesidades alimenticias, recurren a diferentes técnicas como, por ejemplo, cuando hay grandes parches de alimento en la superficie, las jorobadas se sumergen para luego subir con la boca abierta y abarcar la mayor cantidad de alimento. Otra de sus técnicas es crear una columna de burbujas por sus orificios nasales y así acorralar y capturar una gran cantidad de peces.
Pero estas no son las únicas características que hacen de las ballenas jorobadas un regalo para los ojos de quienes las avistan. Estos son seis datos curiosos que dio a conocer la Fundación Omacha:
- El soplo de las ballenas tiene tres elementos: vapor de agua que proviene de los pulmones, moco y agua de mar.
- Las ballenas no tienen glándulas lagrimales, pero sí glándulas de harder, que secretan un fluido viscoso que puede equivaler a lágrimas.
- Las jorobadas utilizan el canto como método de cortejo; únicamente los machos solitarios emiten sonidos a modo de canciones y presentan comportamientos como saltos, golpes en la superficie con sus aletas pectorales y caudales, entre otros.
- Las crías lactan durante un año y consumen alrededor de 43 kg de leche altamente nutritiva y rica en grasa por día.
- En el último siglo, más de 200.000 individuos fueron cazados, por lo que sus poblaciones han sido severamente afectadas, llevándolas en 1986 a la categoría de En Peligro (EN) por parte de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
- Las ballenas no duermen de manera profunda y prolongada debido a que la respiración es una actividad que requiere de conciencia, mientras que los humanos tenemos la respiración como un reflejo. Para descansar, ellas reposan muy cerca de la superficie y suben solo un poco para respirar.
En cuanto a los delfines, según el experto Fernando Trujillo, biólogo marino y fundador de la Fundación Omacha, “una de las formas con las que podemos conservar estas especies es posicionándolas como un atractivo turístico de la región Amazónica y del Orinoco. Antes de la pandemia, tan solo en el trapecio amazónico se generaban alrededor de 8.3 millones de dólares en recursos provenientes de personas que querían conocer estas emblemáticas especies”.
Tips para el avistamiento y conservación de los delfines rosados:
- Cuando se acerque a los delfines, la embarcación debe mantener una ruta de navegación siempre paralela al rumbo en que nadan los animales.
- Bajo ninguna circunstancia se deben cerrar las rutas de escape de los delfines.
- No se acerque a los delfines que estén junto a sus crías, en apareamiento o en proceso de parto.
- No produzca ruidos fuertes dentro o fuera del agua con silbatos, ni grite, ni simule llantos o golpee el agua.
- No arroje basura a los ríos.