La industria del papel está presente en todos los sectores de nuestra sociedad. Si bien, según los datos de ecologistas en acción, el 40% de la madera talada para uso industrial se utiliza para fabricar papel. De hecho, en las naciones industrializadas, que implican el 20% de la población mundial, consumen el 87% del papel para escribir e imprimir. Por lo tanto, hablamos de derroche y de un sistema económico insostenible, ya que además de ser demasiado papel, no lo reciclamos.
Por si todo lo anterior fuera insuficiente, también cabe mencionar que la industria papelera y de celulosa ocupa el quinto lugar del sector industrial en consumo de energía a nivel mundial, y es la industria que utiliza más agua por tonelada producida.
Tras los impactantes datos expuestos, queremos explicar a grandes rasgos el proceso de fabricación de las hojas de papel. También hablamos sobre papel y medio ambiente para ver cuál es la opción más sostenible.
Selección de las materias primas
En la anterior infografía vemos las fases que comporta la fabricación del papel, de principio a fin. En un primer estadio, en el momento de la selección de materias primas, es importante tener en cuenta, en el caso de seleccionar como materia prima la madera, que esta tiene componentes químicos como fibras, lignina, entre otros. Además, se llevan a cabo otras acciones que tienen incidencias negativas en el medio ambiente, como es el desmoche, corte, descortezado y almacenado de la madera.
Como materia prima también se utilizan las fibras madereras, fibras no madereras, materiales no fibrosos, y fibras recuperadas. Estas últimas están presentes en el papel y cartón viejo y pueden volver a utilizarse para fabricar otros nuevos. Se pueden recuperar la mayoría de las fibras de celulosa del papel, pero es un proceso que no se puede repetir eternamente, ya que las fibras pierden resistencia en el proceso. De esta manera, habrían de añadirse nuevas fibras vírgenes al proceso de reciclado.
Fabricación de la pasta papel
Una vez se han seleccionado las materias primas, se procede a la fabricación de la pasta de papel. Según la calidad del papel hay una formulación concreta, de la que dependen calidades y características físicas. Actualmente se han clasificado cerca de 50 tipos de pastas papeleras, agrupadas según estos grupos:
La pasta mecánica se considera de alto rendimiento, puesto que se convierte en pasta más del 90% de la madera. A pesar de ello, el proceso al sulfato o Kraft (dentro de la pasta química), es el método más utilizado por la industria papelera.
La pasta reciclada es la derivada del papel de postconsumo. Este papel contiene numerosos productos contaminantes que han de eliminarse antes de la fabricación. Por eso, hay que hacer un tratamiento de la pasta, que implica blanquear la pasta, triturarla, refinarla y depurarla. Para ello, se tienen que llevar a cabo múltiples procesos químicos y mecánicos.
Papel y medio ambiente… Algunas recomendaciones
Como primera opción se recomienza el papel 100% reciclado post-consumo. Para identificarlo, basta con localizar la etiqueta ecológica “Ángel Azul”. Otras opciones recomendadas son el papel con alto contenido en fibra reciclada.
Si es necesario un papel blanco y no hay alternativa, la mejor opción es el de fibra virgen. ¡Ojo! Hay que fijarse en que no proceda de empresas que están destruyendo bosques para obtenerlo. Puedes buscar el certificado del Forest Stewardship Council (FSC) a modo de garantía de sostenibilidad. Existen otras opciones como el papel a partir de fibras agrícolas, como el bagazo de caña de azúcar) y cultivos no madereros.
Es importante también fijarte – si pudieras saberlo -, que el blanqueado sea libre de cloro. Las siglas para identificarlo son PCF (en el caso de fibra reciclada) y TCF (para la fibra virgen).
En cualquier caso, la mejor opción es evitar lo máximo posible la impresión y el uso abusivo de hojas de papel, cartón y similares que impliquen despilfarro de energía, procesos contaminantes y deforestación. Aprovecha las ventajas que otorga la tecnología con respecto al papel, si puedes verlo en tu pantalla del ordenador o Tablet, ¿por qué imprimirlo? Hay que ser responsable con el uso de los recursos, evitar el malgasto y, sobre todo, el despilfarro.