La actividad del ser humano está provocando la desaparición progresiva del pez más grande del mundo, el tiburón ballena, que puede alcanzar más de 12 metros de largo y está clasificado como “vulnerable” en la Lista Roja de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
Con motivo del Día Internacional del Tiburón Ballena -que se celebra este martes 30 de agosto-, el biólogo marino y coordinador del máster de Educación Ambiental de la Universidad de Málaga, Juan Jesús Martín, ha destacado en una entrevista con EFE la necesidad de proteger y ayudar a que esta especie “no se extinga”.
Una de las principales causas que está afectando a la desaparición de las poblaciones de tiburón ballena es el cambio climático, que ha incrementado la temperatura del agua del mar, afectando a la distribución de las especies como el plancton, principal fuente de alimento del tiburón ballena, ha explicado Martín.
También son responsables la pesca masiva para satisfacer la gran demanda por el “consumo en países asiáticos”, o la utilización de la especie como atractivo turístico y el tránsito de embarcaciones, que están degradando sus hábitats.
Asimismo, el experto ha hecho hincapié en la “gran amenaza” que supone la “contaminación de los mares”, destacando la presencia de plásticos, que se introducen directamente en el cuerpo del tiburón, ya que este se alimenta por filtración -traga el agua, filtra a través de sus branquias, y extrae su alimento que no muerde ni mastica- y puede llegar a causarles la muerte, ha lamentado.
El “gran” problema es, según Martín, que el tiburón nada en las profundidades del mar, en aguas internacionales muy lejos de la costa, por lo que no existe acuerdo entre países para su legislación y protección.
Grande, dócil y longevo
El tiburón ballena, de la familia Rhincodontidae, característico por su forma aplanada y manchas grises y blancas, suele habitar en aguas cálidas, tropicales y subtropicales de todo el mundo, en zonas centrales y del sur de los continentes americano, africano y asiático, y es capaz de migrar largas distancias, ha afirmado el biólogo.
Es considerado el pez más grande del mundo, según la Organización Internacional de Conservación Marina, pudiendo compararse en tamaño con un autobús, con hasta 12 metros de largo y llegando a pesar más de 34 toneladas.
Sin embargo, el experto ha afirmado que se trata de un animal dócil y “totalmente inofensivo”, que no tiene dientes y no es carnívoro; se alimenta de plancton, pequeños peces y crustáceos y tiene como depredadores naturales a orcas y tiburones.
Además, es un animal muy longevo, que puede vivir entre ochenta y cien años, sin alcanzar la madurez sexual hasta los veinticinco, ha concluido.
Según WWF, menos del 10 % de los tiburones ballena que nacen sobreviven hasta ser adultos y se desplaza lentamente, a una velocidad de unos 4,8 kilómetros por hora.
Diversas organizaciones como National Geographic, WWF o Deep Seas Consevation Coalition promueven la conservación del 30 % de la naturaleza terrestre y marina para la protección de especies como el tiburón ballena, con la creación de áreas marinas protegidas (AMP).
Foto:Pexels
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